Monólogo: Mi fiel amiga Yo.

Parece que fue ayer cuando estaba sumergida en agonía y desesperación, tratando de entender que es lo que te había hecho, ¡te buscaba en todas partes!

Lamento mis acciones querida amiga, me siento terrible de tan solo recordar de que te humillé, de que permití que te hicieran vejaciones, de darles poder a falsos amigos sobre quien eras o que eras, también lamento no haberte defendido.

Te escribo porque ya no puedo mis pensamientos; no puedo cambiar lo que hice, pídete perdón a ti, haré lo mismo. Te lo digo porque las dos mentimos, cooperamos en la mentira, yo lo hice y tú estuviste dispuesta a creer. Ha sido doloroso el proceso, simplemente reflexionamos sobre la vida profundamente.

Te amo, hace unos días me demostraste lo valiente que eres, cuando alzaste la voz y dijiste – ¡NO!, eso no va conmigo.

Entonces pude comprender que no es quien fuera por dentro, sino que son mis acciones las que me definen.

Ya sé que el amor propio no lo puede dar Dios, ten fe en mí, que para eso estoy aprendiendo, no te haré promesas en cambio actuaré de modo congruente.

Estoy madurando, ya tengo conciencia, fluyamos con el Universo. Hemos perdido, hemos ganado, lo más importante encontramos ese bien que nos sostiene, creemos en el sentido de la vida, tenemos un sentido y ya somos una misma.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS