84 días sin empleo

84 días sin empleo

Crónicas latentes de un emprendedor

Nos despertamos temprano, rascando un poco las provisiones de comida que aún quedan… barajando algunos alimentos para cerrar la lonchera de nuestros hijos, por lo menos la del día… pensando, en silencio, si habrá algo para el día siguiente, no, no estamos tristes… como si no hubiese solución, al contrario estamos con la mente activada buscando formas de solucionar este asunto. Preocupados si. Ocupados definitivamente.

Dejé mi empleo convencional hace exactamente 84 días, no fue nada fácil, pero esa es una historia para otro día… me he dedicado desde ese momento a trabajar para mi propia empresa, una empresa que había fundado hace aproximadamente tres años, sin embargo por varias situaciones esa visión habia estado dormida por mucho tiempo, fue hasta hace aproximadamente un año que decidimos (mis socios y yo) que no podíamos seguir esperando que la empresa caminara “a control remoto” necesitamos dar los pasos necesarios para hacerla funcionar.

Yo fuí el ultimo de mis socios en dejar su empleo, y dedicarse completamente a nuestro emprendimiento… mi esposa y yo sabíamos que no iba a ser un tiempo fácil pero habíamos llegado a la conclusión que era la única manera de realmente salir adelante, de salir de “la carrera de la rata”… no hay sorpresas hasta el momento, estábamos claros que probablemente nos faltarían ciertas cosas y que tendríamos que hacer algunos sacrificios pero era hora de “socar la faja”.

Hoy, a ya casi terminando el día numero 84 de estar “sin empleo” comienzo esta bitácora con el fin de servir de registro para todos aquellos que se decidan a vivir este mundo de emprender y formar su propia empresa, trataré de contar con vivacidad cada una de las experiencias en el momento que estén sucediendo ya que las “ Historias de éxito ” se cuentan rápido y bonito, pero normalmente se cuentan hasta que ya se ha superado muchos de los retos a los que se enfrentaron en sus años iniciales, y todo pareciera ser muy fácil y no lo es.

Mi intención no es desanimar a todo aquel que tenga un sueño y un espíritu emprendedor, al contrario, pretendo darle un panorama claro de todo a lo que se podría enfrentar y probablemente prepararlo de una mejor manera gracias a experiencias reales, no es un tema de que esto sea fácil o dificil, se trata de saber que hay un precio que debe pagarse, y decidir pagar ese precio.

A casi tres meses de estar sin un sueldo quincenal, sin esa “extraña seguridad”, totalmente fuera de la zona de confort, los números comienzan a estar en rojo y se siente un ambiente tenso, y de muchos peligros latentes, pero se logra observar a la distancia… algo de esperanza, esperanza real parece ser solo una cuestión de tiempo y paciencia, no nos desesperemos.

¿Y usted, tiene una idea para emprender?

¿Sueños, dudas y temores?

Bienvenido a estas crónicas latentes de un emprendedor.