El cisne en el río escarlata

El cisne en el río escarlata

Caminando con los pasos del alba,

continuas vigilias de noches tintineantes,

no sucumbes al sueño que abraza.

Cisne espléndido, de ojos vigilantes,

oídos agudos, manos cubiertas;

al borde de un río escarlata.

Si asoma: hambre, sed o cansancio,

los subyuga tu cuerpo de hierro.

Pasión por la vida que enciende

perdurable hoguera, que encandila el alma.

Esparces por doquier: valor y desvelos,

en el camino zigzagueante de tus años.

La palidez de la luna es testigo

cuando otros duermen; y tú, aquí,

con voz serena; sigues de pie.

Mimetizado en tu invisible carga.

Un ser en lo alto determina:

vida o muerte en cada brisa.

Hoy la aurora pasea solitaria,

no se atreve a ocultar el anhelo:

¡Vidas salvar! en un río escarlata.

La noche enmudeció de tristeza;

cesó su tintineo y su luz;

un cisne cerró los ojos,

duerme por fin.

Poema dedicado a los médicos y personal de salud que ofrendaron sus vidas salvando a otros, durante la pandemia del COVID -19, en el Beni Bolivia y el mundo entero.

Imgard Ichaso Roca

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