Las palabras pueden ser armas o rosas

que al no ser usadas se oxidan en el armario.

Una palabra le falta para tener

en sus manos la estrella más alta.

El oro del mundo no puede pagar

lo que de la garganta debe salir.

Toda la belleza del universo

se marchitará si sabe siempre ver y callar.

Para él en la guerra no existe

estrategia que no valga la pena.

Entregaría el imperio por lo que anhela.

Aquello que roba sus sueños.

Aquello que le causa sufrimiento.

Aquello que hoy es su obsesión…

Para recomponerse.

Para volver a ponerse de pie,

exige a cambio algo simple.

Casi nada en gestos, pero

lo es todo para aquella que lo posee.

La dueña de ese tesoro…

Ante los ojos del mundo,

se revela el secreto.

El motivo de sus sufrimientos.

El motivo de sus ilusiones.

Él era capaz de entregar la vida

por aquello que tanto quería…

Ella lo sabe y le hace sufrir.

Se niega a sus peticiones.

Lo deja ahogándose en sus deseos.

Acaso ella lo está tentando…

Mentira, no es así.

Ella lo ama con locura.

Más allá del ardiente infierno.

Más allá de la misma muerte.

Todo se lo daría.

Hasta su alma le regalaría.

A cambio de todo su amor.

Él no lo sabe.

Él no lo ha sentido.

Vive obsesionado con sus deseos.

Despertando el odio en ella.

Él no es capaz de ver más allá.

En sus ojos sólo se dibuja el deseo.

Ante aquello que quiere obtener…

Ella se niega a todo lo de él.

Hasta su simple petición

Su mundano ruego le parece detestable…

Él sólo quiere un beso

Un roce de labios…

Él sólo quiere sentir su sabor…

Ella sólo quiere su amor…

Ella lo ama

Pero es incapaz de ceder.

Nunca lo hará.

No sabe olvidar.

No sabe perdonar

que él nunca demuestre su amor.

Todo puede ocurrir.

Ella es capaz hasta de verlo morir.

Su orgullo y su amor no van de la mano.

Escuchar de su boca que la ama,

algo simple ahogado en la egolatría

de la mal llamada hombría.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS