Sin motivación no hay vida

Sin motivación no hay vida

Rodriful

29/06/2020

La motivación es la única vía de ferrocarril por la cual nos mantenemos en éste viaje llamado vida. Su concepción es tan amplia como el propio universo. La motivación es infinita ya que el mundo interior de cada ser es infinito también, y es ella quien lo guía. ¿Si no hay motivación, de que serviría seguir adelante?

Cuando despertamos y nuestra mente ya sabe que debemos realizar una tarea, puede ser para el trabajo, hacer el desayuno a nuestros hijos, comer esa porción de tarta de acelga tan especial que la prepara solamente mamá para llevarla al colegio, regresar a la noche a casa y hacer el amor con nuestras parejas, etc. Aquí se ponen en cuestión dos aspectos: el deber y el querer. En el deber encontramos una motivación involuntaria y obligatoria que requiere de todo nuestro esfuerzo para el cumplimiento de una tarea específica, pero la misma nos motiva internamente hacia un puente del querer hacerlo para sentirnos bien, por nuestro amor propio y orgullo personal. En toda tarea, aunque sea de carácter obligatorio del deber hay una motivación detrás propia del querer, de lo contrario no podríamos realizarla. Aunque… ¿Hay personas que dedican su día a día y realizan constantemente tareas y actividades obligatorias sin tener una motivación de algo que quieran producto de la obligatoriedad? Dejo ésta pregunta para reflexionar.

Sin motivación no hay vida. La mente trabaja de una forma que lógicamente desconocemos, pero no podemos obviar que nos transmite vibraciones al resto de nuestro cuerpo para luego llevar a cabo nuestras actividades con positividad, actitud y valor. Vibraciones positivas energéticas. La motivación es el motor que nos impulsa. Todos tenemos una motivación, hasta el propio final de la vida física requiere de ella. Quien desee morirse, inconscientemente es su motivación, el suicida tiene la motivación de quitarse la vida, sonará contradictorio porque ya no tiene por qué luchar, pero algo lo impulsa a realizar ese acto. Cuando refiero a que vivimos gracias a una motivación hago hincapié en lo consciente que somos de ella. Por ejemplo, sabemos que tenemos que preparar un examen final para presentarlo en un mes, desde aquí la mente ya toma un punto de partida que es el examen mismo, entra en razón de ello, y ya se establece el objetivo. El objetivo es el objeto por el cual gozamos de la motivación para llevarlo a cabo. Ya sabemos lo que deseamos, entonces entramos en una transformación interna para lograr nuestro objetivo: aprobar el examen. Todo lo que realizaremos de aquí hasta éste día ronda en base a ello, las horas de estudio, la evasión de reuniones, etc., Y he aquí la pregunta ¿Por qué quiero aprobar el examen? Seguramente para recibirme lo antes posible, bueno, esa es la motivación. Si estudiásemos sólo por el propio hecho de hacerlo, por ejemplo, que nos obliguen a hacerlo, podemos decir que la motivación no es genuina. Podemos referirnos a una motivación externa a nosotros en la cual estemos envueltos, y aquí está el sentido de no luchar. No existe motivación alguna si no nace desde el espíritu porque será éste quien se enriquezca con nuestros deseos llevados al final de la praxis. La motivación es propia, todo lo que rodea a ella tiene el único objetivo de nuestro propio egoísmo (en el buen sentido de la palabra), del ego y la autoestima.

Si tenemos el objetivo claro, sólo debemos dejarnos arrastrar por la motivación, y aquí entra en juego un aspecto que se relaciona con la personalidad de cada uno. Podemos tener un objetivo a largo o corto plazo. Si mi deseo es representar como director una obra teatral hablamos de un objetivo a largo plazo, lo que implica un mayor desafío motivacional que requiere de mucho valor y dedicación durante un tiempo prolongado. Es aquí donde sólo dicha motivación nos mantendrá firmes y enfocados para cumplir éste objetivo, y a su vez ya hay un trasfondo que es preguntarnos a nosotros mismos el porqué, ¿Por qué queremos hacer esto o lo otro? ¿Qué nos impulsa? Teniendo en claro las respuestas a éstas preguntas es donde le abrimos terreno a la motivación. Vale aclarar que luego hay un sinfín de formas de llevar a cabo el objetivo, pero eso no es el terreno a reflexionar, sí es sabido e importante tener en cuenta que fuere cual fuere la motivación siempre se trata de los mismos valores y de una energía positiva emanada por nuestra mente generando vibraciones positivas en nosotros para cumplir y completar la respuesta a la pregunta de nuestro objetivo, sin importar cual fuere. Éstos aspectos motivacionales son iguales para todos nosotros, y sin ir más allá, su único fin es enriquecernos espiritualmente, que es lo realmente valido en ésta vida.

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