Dejarte ir… Probablemente los más doloroso que estoy haciendo en estos momentos.

Quizá suene exagerado, sí, nadie dice que no, pero ¿qué mierda saben ellos de mis sentimientos por ti? ¿Se pueden llegar a imaginar el dolor desgarrador que causa nuestra distancia? Distancia que podríamos, en estos momentos de la noche, estar acortando, acortándola de la mejor manera posible. Necesito un remedio, un calmante, algo que logre saciarme, aunque sean unos miserables minutos. ¿Alcohol? Tal vez, ¿Drogas? En lo absoluto, ¿Daño físico? Probablemente, ¿Dormir? ¿Un corazón para una sola noche? ¿Escribirte y recordarte? ¿Un cigarro? Cigarro… Prefiero fumarte a ti, sentirte dentro de mí en todos los sentidos que se te vengan a tu sucia y dulce mente, fumarte, volverte humo y dejar todo en cenizas, quemar todo, nuestro alrededor y nosotros mismos también. Sé que quieres lo mismo, siempre quieres eso, lo vi en tus ojos incontables veces, y al recordarte, recuerdo esas miradas, recuerdo cada una de ellas, tanto las lujuriosas como las desbordantes de ternura y amor, aunque entre el amor y la lujuria no hay mucha diferencia y siempre me hiciste saber eso, lo hacías sentir así, no sabía exactamente si el deseo hacia el amor, o el amor el deseo, pero de cualquier manera, terminábamos haciendo el amor.

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