CUANDO LA TELEVISIÓN FUE ÚTIL.
Esta historia trata sobre un ángel bueno llamado Osvaldo, al que Dios lo manda a la tierra para que cumpla una misión importantísima. Su misión es evangelizar, misionar y conseguir que gente que estaba alejada de Dios vuelva a creer y pensar en él. Además debe lograr que las sectas pierdan seguidores y entonces desaparezcan con el paso del tiempo, por no tener razones y sustento económico de los fieles para seguir existiendo. Debe llevar a cabo su plan de una manera efectiva y moderna.
Dios como sabe que Osvaldo era argentino y muy nacionalista, lo va a mandar a este país de Sudamérica.
A Osvaldo cuando llegue a la tierra, le van a desaparecer, hasta que regrese al cielo, las alas y la aureola. Y enseguida como por arte de magia va a aparecer vestido como un civil. Dios había dado a este ángel el documento de una persona a la que todavía le faltaba mucho por nacer. Esta persona se iba a llamar Lucas Proudhon.
Osvaldo trabajaba como periodista en un noticiero de televisión justo antes de morirse. Él se pone reflexivo y se acuerda, que cuando él se murió por un accidente automovilístico la gente veía mucha televisión. Por eso se le ocurre que una manera de evangelizar y ganar adeptos a la religión católica sería haciendo un programa de televisión. Cavilo que para que la mayoría de la gente viese su programa, tenía que tener todos los elementos que poseían los programas de televisión actuales. Entonces vio muchos de estos, para ver como eran. E hizo esto debido a que llevaba quince años muerto ya, y las cosas podían haber cambiado mucho en quince años. Luego de ver muchos de estos programas, decidió hacer un programa que tuviera concursos importantes, juegos y algunos sketchs humorísticos, en los que participarían actores importantes de esta época. Ovbio también iba a leer pasajes de la Biblia y explicar temas doctrinarios, porque en caso que no lo hiciera su programa se desviaría de su verdadero objetivo. Quería traer invitados al programa.
Llegado a Buenos Aires, hizo todo lo pensado para hacer su programa de televisión; y llamo a un empresario que Dios había puesto en la tierra y en Argentina, y que se suponía lo conocería a Lucas Proudhon en el futuro, que se estaba dando ya. Le hablo del programa que deseaba hacer y al principio no quería darle dinero para hacerlo. Pero después fue a la oficina de este empresario, le mostró de una manera más clara su proyecto televisivo, y el empresario ahí si acepto dar el dinero para hacer ese programa.
Veinte días después el programa de Osvaldo comenzó a transmitirse por el canal veintitrés y se llamaba “Jesús quiere ser tu amigo”. En este espacio televisivo había premios y concursos, por los cuales los participantes podían ganar a Europa, Israel y grandes sumas de dinero. También una manera muy buena para misionar y evangelizar que había idea Osvaldo o Lucas, era regalar Biblias autografiadas por famosos del espectáculo a todos los que jugaban, llamaban para felicitar por el programa por teléfono o a los que jugaban hacerles preguntas sobre la Biblia y darles lindos premios si las respondían bien. El programa se emitía de lunes a viernes, a las 15, por el canal ya nombrado anteriormente.
En una sección del programa había un humorista que hacia chistes, que obviamente no agredían a la religión católica.
Fue un día Antonio Quarracino, al programa de Osvaldo, y en otra oportunidad un sacerdote que tenía un grupo de rock and roll, que ya había lanzado a la venta un compact disc que contenía canciones religiosas y muy dinámicas. El grupo era parecido al grupo Vox Dei, que había existido en Argentina unos años atrás.
Lucas trataba de hacer un programa divertido, pero él creía que últimamente el programa no le estaba saliendo así. Tal vez, la razón de esto era que algunos televidentes, no simpatizaban con los invitados que iban a su espacio televisivo. Por ende el empezó a invitar a personas que diviertan más a su público. Y entonces comenzaron a llegarle cartas de distintas personas de Argentina, que le decían que el programa los divertía mucho, les levantaba el ánimo, daba ganas de vivir y era lindo para ver en familia. Más adelante, la gente de este país, a través de las cartas y cuando se le acercaba en las calles de la ciudad de Buenos Aires le decía: “- que se estaba acercando más a Dios gracias a su programa. Y también le mencionaban que debido a su programa habían comenzado a ocuparse de las cosas más trascendentales de la vida”.
Osvaldo se dio cuenta que se estaba cumpliendo su objetivo evangelizador. Se comunicó con Dios y le contó que su misión se estaba cumpliendo. Dios le dijo a Lucas que sabía que él era capaz de cumplirla. El Señor Todo Poderoso le pidió a Osvaldo que siguiese con su obra evangelizadora. Después el programa se comenzó a transmitir vía satélite a Estados Unidos y luego a toda Europa. Y después a toda Asia.
FIN DE LA HISTORIA
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