La Cucucobra

Máxima tensión
sobre el cielo de mis ojos
he visto fijamente la mirada de la cobra
ahora confusión y zozobra
el cuerpo languidece y mi rostro se decolora
mala suerte, mal lugar y mala hora
que me puso frente a frente a la vista de la maliciosa cobra.
Su mirada fue más mordaz que cualquier mordida y mucho más punzante que cualquier palabra.

Mínima cordura
-no hay noción de nada-
el intelecto nada en el mar de la locura
mientras unos lloran en la orilla muchos gritos desolados vienen de la costa
buitres bipolares esperan en la sombra
también vuelan a deshoras
riéndose de la prominente condena
tener que arrastrarme como la serpiente
desde este instante hasta quizás cuando
esa maldición por querer mirar un poco más, siempre…
aborrecible curiosidad que provocó cataclismo demencial
ya no hay vuelta atrás.
Maldición existencial
la cobra te miro a los ojos
y te dijo: bienvenido, 

pero toma asiento y espera tu turno…

Solo eres uno más.

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