¿Qué si camina el miedo
con su rostro de náufrago,
con su bufanda rota,
con su harapo bordado?
El miedo se mueve con furia
en las aceras,
baila por los rieles,
nace con la aurora.
Todos llevamos dentro
este niño pequeño
sonriente y que canta,
este niño que danza
cuando llora el silencio,
cuando grita la almohada
la soledad al alba.
Este niño pequeño
que abraza los cojines,
que no pierde el sueño
aunque el hambre le llame.
Este niño pequeño,
indiferente al miedo,
parece descubrir un halo
de amistad
en las miradas frías.
No hay un niño en nosotros,
hay un gigante acaso,
un héroe silencioso
que libra las batallas.
OPINIONES Y COMENTARIOS