Hay lazos más fuertes que la sangre, que te unen para siempre, y te consumen lentamente, que te recuerdan sentimientos que deseas soltar, como sus innumerables significados que lo definen como una atadura o un nudo que sirve para sujetar.

Tal vez ese lazo no lo sueltas porque así lo hagas estarás destinado a volverlo utilizar al menos como adorno, es algo tan flexible que se podrá doblar, estirar o armar, pero nunca desprenderse.

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