Soñaba con la luna llena

y la noche silente dando sus alaridos de silencio.

Su llanto era apenas un susurro,

una fría brisa.

Lo siento mucho si no pude contener la risa

es que me quede pegado en su húmeda locura,

observe de cerca su vapor de luminosidad

y perdí la razón

Abrasando su llanto de melancolía.

Creí que era solo llanto de una hembra herida

pero resulte ser yo una simple y limitad vida

que contempla solo una milésima parte de la vida eterna.

Por su curiosidad nos perdimos varios, tantos, locos

en su enredadera lunática.

Y el sueño se tornó delirio de noche, luna y silencio.

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