Ojalá

Ojalá que cuando te vea, sea con alguien más, y pueda apreciar de nuevo esa sonrisa de felicidad con la cual te conocí. 

Ojalá no exista ni un momento en tu memoria en que me extrañes, porque yo ya no estaré ahí, a pesar de que te lo prometí. 

Ojalá podamos vivir los dos nuestros propios sueños y no tengamos rencores ni reproches sobre el otro, porque sería arruinar la imagen tan bonita que has marcado en mi vida, y quisiera dejar la misma marca en la tuya. 

Ojalá no pienses que nunca te he amado por el simple hecho de que hemos terminado, porque es todo lo contrario. 

Ojalá quete des la media vuelta un día, y no me veas atrás de ti, y digo ojalá porque en verdad quiero irme de aquí. 

Ojalá deje de verte todas las noches en mi cuaderno, en mis sueños, en mis más bellos recuerdos. 

Ojalá que logre olvidar cada una de tus caricias, porque al momento de recordar por donde han pasado tus manos, quema en lo más profundo de mi existencia. 

Ojalá que no me busques, porque no podré contener mis ganas de volver enloquecido a tus brazos por tanto que he anhelado tu regreso.

Ojalá que todo fuera un sueño, en el que pronto podré despertar y mirarte a una distancia corta y no kilómetros a los que esta noche te encuentras.

Ojalá que estés durmiendo del lado izquierdo de tu cama, porque siempre ha sido tu favorito, y que el lado derecho lo ocupe alguien más, aunque muero de celos por solo imaginar al tipo.

Ojalá compartas tantas sonrisas con él, que olvides que estás sonriendo, así como te pasaba cuando estábamos durmiendo.

Ojalá que encuentres el tono del príncipe azul que seguramente no era yo.

Ojalá que al leer esta carta no derrames ni una sola lágrima, ni se refleje una sonrisa en tu rostro, porque ese no es el propósito.

Ojalá que el propósito de esta carta fuera poder olvidarte después del punto final, pero sé muy bien que no es así

Ojalá, que existiese por fín una máquina del tiempo y poder regresar al momento exacto, porque…

Ojalá nunca te hubiera conocido.