Petición de amor

Textos extraídos del cuento: «Petición de amor».

«…mi amor. Carne mía que la hambruna acumulada hizo desearte; conjugación del verbo más dulce de mis bocas pasadas besándote. Egoísmo infinito, celos infernales que siento por ti; loco por tu amor, lloro en está hora pidiendote perdón. El agua hirviendo enamora mis manos, conservando únicamente la sangre en la plaza de lineas perfectas, escritas en lo que fueron mis dedos, el fuego quema mis deseos, porqué el alma se quedó contigo, cubriendo los poros que tanto amé; insisto al viento llevar la brisa del amanecer a tus ojos color hierba, a tus labios violetas: que acarician los pétalos cerca del tiempo que nos mantuvo unidos con tu aliento».

«…perdón por el pasado, perdón por la miseria que no pude darte, perdón por el retardo de mis besos que pediste, en la distancia triste, durmiendo sobre tus ojos; queriendo verme. Perdón, perdón por el agua que bebes del vaso que no me corresponde, perdón por el vestido que no usaste y que no pude ver en la fiesta que fue nuestra cita primeriza. Perdón por el respeto hereje ofrecido por mi, perdón por no quererte, perdón por cambiar el querer por amarte, perdón por no dejar llorar tus ojos, perdón por no abandonar tu boca con el apenas del ruido salidos de tus dientes, exigiendo lentamente, mi presencia y mis caricias en tu pelo. Perdón por la mordida dulce que emana instantáneamente dolor amargo de tu espalda blanca; perdón por preguntar después de tantos años, perdón por hacerlo ahora, perdón por la amistad olvidada en el deseo de nuestros cuerpos sumergiéndose en un mar de caricias y rasguños».

«…quiero que seas mi esposa, por los motivos mas simples que destruyen mi vida queriendo renacer en la plenitud de la tuya. para tenerte así, a mi lado, acompañándome en los pasillos, en las esquinas de las habitaciones y en los espacios donde la luz no pretende visitar, acompañándome en el momento donde la oscuridad de la noche hace el desorden en nuestros indisciplinados cuerpos, que se rosan y excitan en una danza que solo el cansancio puede detenerlos».

«…de dónde es tu pasado, cómo la presencia me enamoró de tu vida; y cómo el futuro convertido en ladrón me ha robado todo. Estoy harto de verte cada día unas horas, estoy harto de esperar un día para verte, estoy harto de los limites impuestos por quién para poder abrasarte…estúpido, me encuentro buscando amor».

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