El pez que usaba anteojos

Flotando sobre un pez, una nube en forma de pez. Me recosté en él con mucha confianza. Se comenzó a elevar, no muy alto, lo suficiente para observar la superficie. Primero pasamos por un desierto. Corrían muchas tormentas de arena, me tuve que cubrir los ojos. Alcance a escuchar murmullos, les grité que lo sentía pero que no entendía que estaban diciendo. Seguimos avanzando.Al cabo de un momento llegamos a la ciudad y estaba cubierta de una red, como una red de araña, pero en cada conector había un ojo, esos ojos decían mucho, expresaban mucho. Sentía que me comunicaban, era duros, injustos, meticulosos. El pez como sabiendo lo que sigue, dejo caer flores que salían de sus branquias y en el transcurso de la caída se convertían en gotas de agua pura y cristalina. Los ojos las recibían y luego se cerraban, descansaban, y pasaban a relajarse un momento. Seguimos volando por estos escenarios.Yo iba recostada en este pez como hecho de nubes. Era un pez cómodo. Me miraba de vez en cuando para ver cómo iba, yo le regresaba la mirada y nos sonreíamos. Seguimos avanzando.Después que terminó el panorama de ojos, ahora ojos durmientes, había el mar, color negro, olas de negro, nunca había visto el mar de ese color, pero por alguna razón no me parecía extraño, era un negro brillante, como zapatos de charol. El pez empezó a descender, me prepare para sumergirnos. No había de que preocuparse, en el mar negro se puede respirar.No sé veía nada, pero se sentía todo, el pez seguía conmigo, lo sé, lo podía sentir. Se podía sentir la vida oculta dentro de ese mar. Había todo tipo de especies, ballenas hechas de lagrimas, tiburones de chocolate, pulpos de azúcar, había colores, había vida. Nunca tuve que abrir los ojos, no era necesario, era un mar dónde él te muestra y tú miras, como desde dentro.El pez que por cierto usaba lentes, era callado pero extrañamente nos entendíamos muy bien. Había que continuar, seguir observando… El pez perdió sus lentes, pero acepto mi ayuda para guiar nuestro próximo camino. -Oye pez ¿Cómo haces para ser tan silencioso?