Cosmovisión cambiante

Cosmovisión cambiante

Desiree Espinosa

05/06/2020

En ocasiones leo mis poemas en recordatorio de lo que soy,
como mero auto análisis de mi concepción propia
y con afán de reconocer las cosas que emanan de mi corazón.

En cada linea me percato de que hoy cambió algo,
pues hoy no le escribo al viento
y mi corazón destrozado por ausencias
se repara poco a poco con los actos de amor que doy,
he dejado de creer
que algún día se curará con el amor que alguien más me podría dar.

Hoy mi entorno es diferente,
las personas son diferentes,
hasta Dios es diferente.
Hoy el abandono más grande que siento
es cuando dejo de escribir.

Reciclo mi historia hasta que dejo de ser lo que soy en base a ella,
luego escarbo otra herida
y pruebo mis límites de dolor
¿Cuánto limón se necesita para que el dolor se torne placer?
siempre me pregunto eso.

Mi adicción por la laceración
es una de las cosas que no ha quedado en un plano pasado y
la dispersión de mi mente sigue al tope,
quizá un poco más fuerte que ayer.

Cada día descubro más temor
y cada vez también
soy más obligada por la vida a dejar de ser cobarde,
a dejar de ser mediocre,
a repetirme constantemente
que el mundo no es tan espantoso como a veces me parece.

Hoy creo un poco más en lo que soy,
entonces avanzo tres pasos,
pero no tanto en lo que podría llegar a ser,
entonces retrocedo dos.

Hoy aún hay reservas
pero certidumbre de que no soy la misma de ayer,
hoy lo bueno y lo malo dejó de estar bien o mal para evolucionar,
hoy me convierto en las cosas que engendro,
en los prejuicios que me destruyo
y en el impacto que deja mi arte.
Pues la vida es igual a presente,
eso significa
que no tengo que hacer inversiones de mi tiempo en algo que no quiero
cuando mi espíritu se aferra a las pocas cosas que amo.

Hoy hay un mundo alterno en el que lo surrealista no parece irreal.
Un mundo inclusivo y hermoso
en donde la esperanza es una nueva moda
que a cualquiera le queda bien.

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