APASIONADA VENGANZA

No la juzgo…  Es realmente seductor, atrae y enloquece a todas las damas en su presencia … Como atrae la ambición al borde de la locura. Tiene apariencia de ángel, pero es realmente un demonio libre a plena noche. Su cuerpo es tan deseable… Que debilita e incita a todas al pecado sin ningún arrepentimiento para destrozar y devorar cada parte de su existencia.

Ella… Era ella, la chica más hermosa que entregó su amor sin saber que así, aquella bestia acabaría con todo lo que le pertenecía.

Todo era bello. Era como una historia de las que te narran antes de dormir. El inicio de aquella sucedía como si se hubiese fusionado con la realidad. lamentablemente para ella… Cada historia, lleva consigo un conflicto que al cabo de un tiempo termina en un final y esta no sería la excepción. Su conflicto se acercaba… Para él no era más que otro simple capricho con el que decidiría acabar pronto. Todo transcurrió aquel día… Ese horrible día. Después de llegar a casa, la tomo en sus brazos para atarla a la cama… Como si fuese algo que puedes desechar fácilmente. Para arrancarle una a una sus largas y delicadas uñas continuando con sus perfectos dientes blancos de la misma manera, uno por uno . Ella sufría, aún así no emitía ningún grito y eso lo llenaba de ira. Así que, con  sus labios recorrió sus piernas, subiendo a su abdomen, su pecho y bajando lentamente hasta llegar de nuevo donde había comenzado para convertir sus besos en mordiscos apasionados y dolorosos, uno tras de otro, cada vez más fuertes. Pero ella seguía sin emitir algún sonido. Decidió quemar su hermoso pecho con un cigarro que había encendido solo para ello, para sus labios preparó una pequeña cuchara colocándola en el fuego para sellar sus rojos labios, sabía que no gritaría entonces, coció sus labios con una aguja muy fina y un hilo color turquesa muy llamativo. Era delicado con cada paso de la tortura… Tan delicado como la caricia de las damas sobre su piel. Con clavos, atravesó  sus bellos pies y sus costillas… Como la mirada de una dama atraviesa el corazón de su enamorado. Después de observar como su sangre escapaba de su cuerpo unos cuantos segundos, besó los parpados de sus deslumbrantes ojos marrones. Sabía que era hora de acabar con aquel dolor. Con sus ojos llenos de lágrimas le dijo: 

– Te estarás preguntando ¿Por qué yo?. Déjame acabar con la intriga que te quema por dentro. 

Sacó un collar del bolsillo de su traje, era de finos diamantes que emitía hermosos destellos debido a la luz que en ellos se reflejaba. 

– ¿Lo recuerdas?… Este collar pertenecía mi hermana… Mi dulce hermana. Así es, por supuesto que lo recuerdas. Presencie todo el dolor que vivió… Como si fuese el espectador de la muerte y la ambición entrelazadas acabando con lo bello de una vida. Fui testigo de como su sangre corría sobre tu elegante vestido, como corre un inocente hacia su libertad. Vi como la destrozabas con satisfacción por la maldita envidia que consumía tu ser y la causa de tu destrucción. Deseo Hacerte sufrir como lo hiciste con ella, deseo cortar cada uno de tus dedos y dañar tu rostro junto con tu cuerpo… Como lo hiciste con ella. Quiero quitarte esos lindos ojos, pero no serías fiel testigo de este dolor en el que he estado ahogándome cada día desde entonces. Aún lo deseas ¿Verdad? Pues aquí lo tienes, es completamente tuyo. Después de todo… Mataste por él, viviste por encontrarlo a él y ahora… Mueres por él.