Hace algunos años, conocí al chico perfecto, alto, chino y con una sonrisa maravillosa, después de un tiempo termine enamorada de él, pero cuando decidí decírselo me respondió con la frase más egoísta que he escuchado en mi vida: Tiempo al tiempo, así que se lo di y lo único que obtuve fue el corazón roto una tras otra tras otra vez. Ahora 9 años después me arrepiento de haber sido tan estúpida y es que como se iba a fijar en mi si solo me veía como la hermana menor de su amiga. Tuve que ver un desfile de chicas a quienes les dedicaba las sonrisas y los mimos que yo moría por recibir, pero siempre estaba ahí para él cuando era necesario recoger los pedazos después de que cada chica lo abandonara. Hasta que un día la que decidió irse fui yo. Y es que, después de tantos años mi corazón se había cansado de luchar por el.
Algo está vibrando y nadie hace nada para evitarlo, estiro mi mano y doy con el molesto objeto que perturbo mi sueño, mi celular, anoche después de leer hasta tarde me quede dormida y olvide bajar el volumen. Apago la alarma, y me acurruco de nuevo, pasan unos minutos antes de que decida levantarme, hoy es la graduación de mi sobrina y le prometí que iría así que si quiero ser puntual debo apresurarme.
Mas tarde, mientras todos hablan de cosas sin sentido algo llama mi atención, o mas bien alguien, después de todo él decidió aparecerse por aquí y yo no estoy preparada para verlo, no aún, y es que a pesar de todos mis esfuerzos, nunca dejo de ser mi criptonita.
-Hola a todos- dijo y mi corazón dejo de latir por un segundo con solo escuchar su voz, mis ojos no se perdieron ni un detalle de él mientras abrazaba a todos y cada uno de los invitados dejándome a mi al final -hola- fue lo único que pude decir y aunque por dentro moría de ganas de abrazarlo no pude, algo me detuvo, quizás fue el hecho de que no se había fijado en mi hasta el ultimo momento. A partir de ahí todo fue mal, se sentó a metros de mi y empezó a platicar con todos, intente fingir que no me importaba que no mirara en mi dirección cuando yo no podía separar los ojos de él aun cuando mi corazón se rompía a cada segundo. Había cortado su cabello y había acumulado un poco de peso, pero para mi seguía siendo perfecto.
Habían pasado poco mas de 2 años desde la ultima vez que lo había visto. Y a pesar de que hacia poco que habíamos retomado la comunicación ya le había dejado claro que mi corazón aún le pertenecía. Sin embargo, esta tarde no pude hacer más que sentarme y mirarlo mientras hablaba con mi familia ajeno al drama que en mi cabeza y corazón se desarrollaba, cuando llego la noche y se despidió de todos estaba demasiado cansada como para fingir así que decidí irme lo más pronto posible. Al llegar había tantas lagrimas corriendo por mi cara que, a pesar de estar sola, me encerré en mi cuarto y lloré por milésima vez por él.
Al despertar borre todo lo que pudiera recordarme lo. Sabia que sería difícil olvidarle pero también que sería lo mejor para mi.
OPINIONES Y COMENTARIOS