MANERAS DE SER

MANERAS DE SER

Cafeto

02/06/2020

Ella está un tanto quedada, abrumada, pesada, a veces más aburrida. La rutina la estresa, no logra más que perderse y hundirse en sí misma… Vaga un poco en sus pensamientos, mientras pinta bajo los rayos del sol. Y en las penumbras, las voces en off de su cabeza no la dejan descansar. Las ojeras se asoman y las migrañas son más vecinas ultimadamente. Y sin embargo, todo ello junto se le hace amigable.

Ella se siente sola de a ratos, muchas veces decepcionada, una taza de café bien cargadito, siguiente pasada de trago amargo. Y sino es por su gato Pipe su acompañante casi fiel, quien le hace de escolta, le maúlla y ronronea de a momentos cuando viene a visitarla para pregonarle un poquito de su amor. De ese que no le ha entregado a nadie, de ese que guarda con recelo, de ese que sólo lo comparte consigo misma, o con sus plantas, o con lo que pinta, o cuando simplemente canta, o disfruta una canción bien blandita y chiquita. O cuando mira la luna y dispara entusiasmada sus poemas de amor partido.

Unas lamidas ásperas a cambio de unas caricias en la pancita, y Pipe vuelve a juguetear tras la luz de los reflejos de espejos chiquitos que ella tiene pegados como decoración en las paredes blancas de su departamento.

De pronto, de manera tan desmesurada, el muchacho de crespos encendidos volvió y tocó alguna almohadilla de sus fortuitos recuerdos.

– ¡No me pinches el celular! – Exclama harta y confundida.

Y en el fondo de su corazón, en el lado oscuro donde no llegan ni los reflejos de los espejos del pasadizo, le brota eso tan bonito que llamamos Ilusión, que siendo muy en el fondo el autoengaño revestido.

Ella está feliz nuevamente y se despoja en segundos de toda esa aberración que cargaba encima. Y pone PLAY en alguna canción, mientras menea su cuerpo delgado, se arregla un poquito para sí, se sonríe, se coquetea. Coge a Pipe y ya es su pareja nupcial de esta pieza. Y gira, gira, gira con Pipe. Ahora ella sonríe, salta, canta, se menea, se contornea, se sonroja, se desvive…

Toma el móvil, pega a los ojos el texto de nuevo y se vuelve a sonrojar. Y baila aún más con Pipe. Enloqueciéndolo y confundiendolo pronto. ¡Ay, del minino!.

La canción en media a casi finalizar …

Y con ello se hace MUTE la habitación. El muchachito de los crespos encendidos, no respondió más…

Y la enorme maraña de dudas crece. Ella hecha fría agua a su corazón con lágrimitas de tristura, frunza el ceño, pasa el trago amargo y ya está. Esta bien. Se frota los ojos, se seca la cara y pone PLAY esta vez a su vida…

– ¡En esta no me sueltes Pipe, mira que me puse bella!. – Exclama vacilante, mientras ríe y solloza al mismo tiempo.

Carcajea cómo una mujercita algo perturbada, tal vez lo esté y qué. Pero aún así todo se le hace amigable. Abraza a Pipe, se abraza. Y sin embargo ella sigue esperando que enamore su manera de ser.

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