Mi mente, sintoniza aquel recuerdo, Aquel momento indispensable, Su sonrisa llenaba de luz, a aquella sombra ese día, su pelo castaño, resaltaba la pureza de sus delicadas manos, en la sencillez de su suave voz,
Yo titubeaba de curiosidad, esperando ese gran momento, en que abrieran la celda para poder admirarte, poder llorar en la emoción y felicidad, pero no llegaste, me sentí perdido y solo, me dio ira, después tristeza, pensamientos bárbaros, apoderándose de mi mente, imágenes perversas dentro de mi
Un dolor toco mi pecho, se descontrolo en mi, la duda, los celos, tomaron ventaja, Así mujer amada me hiciste sentir.
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