En las sombras pueden esconderse monstruos que viven del miedo de las personas, que poco a poco se vuelvan más reales de lo que alguna vez imaginaste. Dentro las sombras millones de vidas transcurren como simples peatones que llevan consigo su propia maldición.
Las camas al igual que muchos de los rincones de todo casa, guardan secretos que con el tiempo se vuelven martirios para su mente, llenan de inmensa oscuridad aquello a lo que no comprenden. Se frustran y dejan de intentarlo, pierden y dejan de jugar, ganan y piensan que son invencibles, nadie es lo que dice ser cuando llega la hora de que las sombras surjan.
Diferentes personalidades (unas fuertes, otras débiles) empiezan a abrirse paso tras el profundo color negro que llega a ser el alma de una simple persona. La ilusión se convierte en miedo y ese miedo en duda, no sabes que hacer o como vivir con ello porque todo el mundo miente para salvar su cuello de las sombras.
Sin embargo la verdad es que las sombras son como nosotros reflejados tras una luz, así que de la luz llega la oscuridad, según eso entendemos que esos dos seres viven uno del otro para intentar subsistir.
No valdría entonces la pena estar oculta en las sombras porque las sombras no son más que los miedos, dudas y locuras de la gente que se ríe a espaldas suya sin darse cuenta de la verdad que ocurre en sus ojos. Las sombras viven de la luz que irradias cuando la felicidad llega a ser una emoción más trancitoria en tu cuerpo. Con solo una cosa puedes luchar para vencer las sombras y eres tu mismo.
Sin la luz no hay oscuridad pero, ¿Nosotros que somos? Si solo hay luz y oscuridad donde quedan las sombras, o es que nosotros somos las sombras. Y pensar (y creer) que nos considerábamos reales cuando tan solo somos una mancha en la parte intermedia de una gran nada que conocemos como vida, somos imperfectos pero las imperfecciones hacen a alguien perfecto a su manera.
Tal vez detrás de tantas mentiras la única verdad es que las sombras no se alimentan de nosotros, porque resulta que nosotros somos las sombras y lo único que hacemos es volvernos vulnerables a nosotros mismos. No creemos en nada que no pueda ser visto o en nada que no pueda ser explicado. La imperfección en nosotros nos vuelve la única cosa que razona porque ese es el mayor de los defectos del ser humano, querer conocer todo sin importar nada.
Aunque la cosa de todo esto es simple, tras oscuridad y luz viene las sombras que somos nosotros, tras eso queremos saber de donde es que viene todo, queremos lo que no tenemos y debemos conseguirlo solo por capricho mismo. Somos sombras en la linea delgada de la luz y la oscuridad cuya razón de existir es solo eso, existir, porque dadas las circunstancias existir es lo único que le quedan a estas sombras.
Porque al salir las sombras conoces tu verdadero ser, sea tan malo o bueno como crees, nadie te dice que debes hacer porque eres una sombra algo capaz de vivir como todo a tu alrededor.
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