Silencio del alma al callar el atardecer, sueños que escapan de las espigas de la esperanza, sueño que duerme a mi lado y no conmigo, en las aguas turbias donde se derrumban las vallas del pasado, quiero encontrar un amor apagado como la llama del cielo, la cruz de cenizas que alberga mi alma declamada, desato la dicha de no estar donde no me encuentro, debatido, sucumbido, por los golpes que me hacen mas fuerte al tumbarme sobre los clavos del suelo, quiero amanecer en la tempestad y derrumbarla como un delirio, ese es el miedo, una hoja desatada en el viento, abro la ventana de mi pensamiento y se disipa como niebla el temor de no haber callado cuando en escombros me encontraba indeciso, la locura nos es el horizonte del silencio, si no el no haber escrito tu historia en la piel del aire que jamas se borra y que deja semillas a donde marche sin rumbo, sin quebranto o sollozo devastado por el miedo. 

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