Carta a Ana Frank

Ana, te has convertido en un símbolo mundial, sobre todo para los judíos ¿cómo te sentirías de saber ésto?

Quizá un diario es algo realmente privado y quien lo tiene, quisiera que permanezca como un secreto por siempre, pero el tuyo, fue escrito para que nosotros lo leyéramos y compartiéramos, aun sin que tú lo supieras.

Tu diario ha hecho grandes cosas, que todavía deben perfeccionarse; aún se vive con el miedo de otro holocausto, aún hay judíos que caminan por las calles con miedo. No soy judía, pero si lo fuera, también tendría miedo cada día que despertara.

Has hecho que estas personas tengan coraje, valentía y crean que la humanidad tiene esperanza.

No soy una niña pequeña a la cual le puedan ocultar cualquier cosa, me doy cuenta de lo que pasa no sólo en mi país, si no en todo el mundo, y a veces puedo llegar a jurar que todo está perdido, que ya no puede existir alguien o algo que levante todo lo que hemos hecho y todo lo que hemos escondido por debajo de nosotros mismos y que ahora está manifestándose en lo que vemos a diario por TV. Y entones, recuerdo a una chica que me susurró sin voz estando atrapada sin escapatoria en un libro, que siempre hay que ver la belleza que aún queda, y no la miseria que existe. Admito que a veces ignoro cada palabra tuya, que a veces olvido cada minuto de tus ganas de vivir y he sentido como creería que en verdad deberías sentirte, entonces miro el librero y recuerdo a esa amiga que ,me enseñó que debemos estar siempre de pie defendiéndonos (sin perder esa humildad y respeto) y, aún sabiendo que pueden callarnos, seguir dando nuestras propias opiniones sin miedo con la rente en alto, estar con los dos pies perfectamente atraídos al suelo por la gravedad y no dejar que el mismo nos haga caer trayendo raspones y moretones no necesariamente temporales, o físicos.

Me gustaría llegar a ser realmente feliz y, como tú dices, hacer feliz a los demás; nunca dejar que mis sueños se conviertan en sólo algo que llegas a ver cuando el día acabó, dejaré que mis dudas y dolores se aclaren y sanen con el tiempo y no poncharlos en la cima el día en que el río más corriente tiene. Creo que el mundo necesita que lo abandonen sin provisiones por tres días en la realidad, que cada persona que ve con los ojos cerrados y escucha con tapones en los odios se de cuenta de la falta de humanidad que hay.., o conocer tu historia.

Ana, por mi cuenta corre que, tu espíritu, tu esperanza de vida, bondad y humildad será recordada y perdurará por generaciones.

Gracias Ana Frank por pedirnos inconscientemente que mejoremos el mundo sin esperar un momento más. Gracias Ana Frank por sensibilizar al mundo. Gracias Ana Frank por recordarnos siempre que no todo está perdido incluso el el día más nefasto del año. Gracias Ana Frank por no querer ser un borrego más que puedan esconder. Gracias Ana Frank por creer.



Esta carta la escribí hacer tres años.

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