Tengo frío, ni el café, ni el cigarro lo apagan, me dispongo a comer un pan con leche, afuera las calles mudas guardan su alma, su presagio, este corazón que busca una mano, un abrigo,  esta hambre mía que sueña y no encuentra una esquina donde quedarme quieto, antes de que  las estrellas se apaguen, hay un suspiro en mi alma que pierde sentido, son horas en que el tiempo se pierde a si mismo, ahora busco un ángel que sueñe un beso dormido, que tierno es este frío. 

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS