Un día más y mi alma fuerte como de costumbre suele variar como el clima Bogotano, se siente asustada, perturbada por una nueva esencia quizá retorno algo que no creí sentir en mucho tiempo.

Mucho ya ha pasado y por eso siento el frío en la mañana como si fuera una parte de mi, es atrapante el aroma de la misma mañana, con caras opacas, largas, cansadas de tanto y de lo que viene, caras de desespero y angustia, pensando en probables, tal vez mañana sea su turno, ruidos de trafico y luces que mueren cuando sale el sol, madres preocupadas por sus hijos y el tenue olor a café en el aire, mañana colombiana común pero siento algo diferente a pesar de estar todo igual, siento mi vida con un Jazz melancólico tocado de fondo, con exquisito saxofón llorando y una negra divina cantando al borde de un abismo sin miedo a caer, es sin embargo un sentimiento tan agradable que no quisiera pintar de nuevo un atardecer de tonos purpura, ni recorrer las viejas calles de mi hermosa ciudad, sí esas con tonos grises, me he acostumbrado al chocolate amargo y a ver flores marchitas, es cómodo de una u otra forma el vacío en el que me mantengo, pero no mentiré, no negaré que ansío el día en que pueda volver a tomar a alguien de la mano sin rencores ni dolores por las heridas pasadas, el día en que vuelva a dedicar canciones que solo un loco comprendería, la tarde en la que salga a tomar un café acompañado por unos ojos sinceros que solo me miren a mi y a mi alma desgastada y rebelde, con interminables heridas y cicatrices.

Quizá solo ansío poder dedicar la luna y para no ser cliché un par de estrellas, esas estrellas que miro en heladas noches acompañado tan solo por un cigarro y mil preguntas.

Te dedicaré mis escritos y estupideces. Te espero aunque no te conozca, aunque no sepa donde estas o si vendrás, te espero por que algo estallo de nuevo en mi mente, en mi corazón podrido. Hoy mientras te espero solo fue un día más.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS