Mamá, hay un conejo en la luna

Mamá, hay un conejo en la luna

Puño y Letra

09/05/2020

Cada noche que el insomnio asomaba en la casa, mamá solía contarnos a mis hermanas y a mí la misma historia

La del conejo blanco que vivía en la Luna

Brincando y cantando feliz, haciendo agujeros por todos lados, y comiendo las zanahorias que había guardado en su mochila antes de partir de la tierra

Mis hermanas parecían tan devotas de la historia que cuando caminábamos de noche por la calle miraban hacia la Luna esperando que cayeran los residuos de las zanahorias a medio comer o que el pequeño conejo responda las cartas que le enviaron el día de navidad, junto con las de Papá Noel

Yo como el agua fiestas que soy, nunca creí que un conejo pudiera vivir en el espacio, ¿Como hizo para pilotear su nave espacial? ¿Para leer las instrucciones?, ¿No se le acaban las zanahorias? Le preguntaba a mi mamá

Ella con su eterna mirada de ternura me decía:

Use su imaginación mi pequeño curioso

Pero mi imaginación sólo me revelaba más preguntas

Hace algunas noches volvió a mí el viejo insomnio que sólo se asoma en noches de

preocupación. Y pude conciliar el sueño como a las cuatro de la mañana

No sé si fue por el insomnio o porque hace unos días fui a dejarle flores a mamá en el cementerio, pero soñé que era yo el conejo que vivía en la Luna

Había huido de la tierra pues estaba llena de oscuridad y escombros, y era el único

sobreviviente de un terrible desastre que yo mismo provoque

Había escapado con mucho miedo en una nave espacial que fue programada días atrás por unos astronautas que no soportaron los daños

Al parecer la nave se dirigía hacia otros rumbos, pero el combustible se acabó a mitad del camino y me estrelle sobre la Luna

Cuando caí sobre ella, estaba adolorida por el impacto y daba vueltas para que yo caiga de su espalda, pero con mis conocidas habilidades para saltar me las ingenie para no caer

Pasamos días sin hablarnos, ni siquiera nos mirábamos, y cuando por fin abrió la boca sus palabras fueron: Lárgate, no quiero que me mates como hiciste con la tierra

Yo entre lágrimas sólo atine a cantar para no escuchar sus gritos pidiéndome que me vaya, y saltaba de cuando en cuando para no caerme

Un día dejo de gritar, y yo dejé de cantar

Ella me pidió que por favor no me calle, que le gustaban mis canciones, así que cante todas las que tenía en mi repertorio musical con tal de estar a salvo

Para esconderme del frio, ella me permitió cavar sobre sus alrededores y hacerme una guarida

Un día escarbe tan profundo que llegue a un lugar cálido y reconfortante,

Era su corazón

Pasaron los días, semanas, incluso meses y cada vez nos sentíamos mejor en compañía el uno del otro

No hacía falta que yo hablé muy fuerte porque sólo susurrándole al corazón ella escuchaba todos mis pensamientos

Una noche ella despertó y se dio cuenta que tenía hoyos por muchas partes de su cuerpo

Yo sin darme cuenta había cavado tantos agujeros que la puse en riesgo de romperse y morir

Al principio pensó que lo había hecho a propósito y que la quería destruir

Pero luego se dio cuenta que lo único que quería era encontrar diferentes caminos para llegar a su corazón

Ella con mucho dolor me pidió que me vaya, hasta que los agujeros que cave se volvieran a rellenar, con el riesgo de que cuando regrese ya no encuentre caminos para entrar en su corazón

Yo entendí su decisión y salte de su espalda al espacio

Nunca nos despedimos, y sólo veía como se alejaba de mi vista confundiéndose poco a poco con las estrellas

En ese momento el despertador hizo su trabajo y yo abrí mis ojos humedecidos por las lágrimas, me senté en la cama y me quedé viendo la pared por un largo rato
Es así como termine llegando hasta aquí en tu lápida mamá
Vengo a decirte que era verdad
Hay un conejo ahí arriba
Esperando contar como volvió del espacio
Para vivir de nuevo en el corazón de la Luna
¿Quieres oír la historia?…

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