Soñando con la muerte

Verla
y tenerla cerca ya no era tan fácil como lo era antes, tener esos
momentos cuando nos sentábamos a apreciar el alba y nos volvíamos
uno solo, casi perfecto, pues estábamos muy bien. Pero luego corazón
y alma se destrozaban y terminaban en nada, en absoluto vació; me
despertaba con un nudo en la garganta y con mucha presión en el
pecho, eso me mataba pues me despertaba y no le encontraba sentido,
porque soñar eso, porque con ella, sera un augurio o solo un momento
de éxtasis para mi alma, pues me despertaba feliz, contento pero al
darme cuenta de que estaba en mi habitación, era como una cachetada
de la soledad hacia mí. El por que, no lo se, pero esto no me pasaba
todos los días, aunque me gustaría soñarla y no quedar tan
deprimido, sin ganas de vivir, como si estos sueños absorbieran
mi vida.

Suspiro
tras suspiro de mi corazón se iba aquella presión, el nudo en la
garganta se desataba al ir escribiendo, pues parecía que me
desahogaba, me despedía del recuerdo de aquel sueño, de aquella
bella chica, pero cuando volvía a sentirme bien, aquella chica
aparecía, como por arte de magia en mis sueños nuevamente para
repetir este vinculo vicioso. Pero no les voy a negar que aquello era
totalmente mágico, pues parecía tan real, que era irreal pensar que
había sido tan solo un simple sueño.

Sin
mentirles cuanto mas transcurría
el tiempo mas habituales
este tipo de sueños se hacia, pero
los sentimientos cuales describí al principio, no se hicieron
monótonos, sino que se volvieron esotéricos, punzantes totalmente
tangibles al palpito de mi corazón; si, si aquellas pequeñas
masacres descriptas al comienzo me hacían sentir vació y débil,
estas me hundieron
en un coma depresivo, una instancia en la cual a través
de un profundo sopor de mi alma, logre estar al lado de esta chica
(claro los escépticos
dirán
-¡Jaja, si,claro!, pero si de veinticuatro horas pasas mas de
dieciséis
durmiendo yo creo que no es tan grande la exageración),
en donde logre hablar con ella y lo que no me puedo sacar de la
cabeza es la oración
armoniosa “-Ven con migo” pero siempre luego de esa oración
se obscurecía
todo y sentía
como si algo me cinchara
hasta que despertaba.

Luego
de que mis padres recibieron una llamada de la secundaria por que
había faltado dos semanas, empezó la etapa del hospital; al parecer
sufría de alguna enfermedad inmune deficiente, hasta me hicieron las
pruebas para VIH-SIDA que por suerte dieron negativas, pero dejaba en
blanco hasta al mas experto doctor, pues todo marcaba bien, mí animo
era bajo, dijeron que era mi salud endeble pero mis conteos de
glóbulos y plaquetas eran óptimos y que me dejarían en revisión
para analizarme bien.

Bueno
aquí viene la parte mas dura para mis padres, la cantidad de horas
de sueño empezaron
a aumentar hasta que quede en coma, lo bueno de todo esto es que
podía
compartir con esa bella chica a todo
dar, lo único que no pude hacer fue besarla ni abrazarla, pero
hablar con ella era suficiente, pues era muy inteligente. Sabia de
todo hasta me hablo de que el único sentido de la vida era morir y
que por eso el hombre lo obviaba, ya que su mayor temor era morir;
esto si que me puso nervioso pues aunque yo estuviera ahi
ya hace una semana seguía
sabiendo que estaba en un eterno sueño, un hermoso sueño.

La
ultima vez que estuve despierto fue por una hora, en la cual vi a
mamá llorara desconsoladamente y fue la ultima vez que pude sentir
sus tibios labios en mi frente acompañados por dos lagrimas y sin
dimulgar, al sentir el húmedo
contacto de esas lagrimas broto una de mí, que recorrió
mi mejilla
derecha mientras se me cerraban
los ojos por ultima vez.

Al
despertar en mi sueño pude ver a aquella chica parada al final de un
camino y me dijo con su armoniosa voz “-Me voy, ya no puedo
esperarte mas…”, al oír
esas palabras sentí
como si todo mi cuerpo hirviera
y salí
corriendo hacia ella, al llegar la abrase, pero no fue lo que
esperaba, ella estaba fría
como un tempano de hielo, lo terso de su piel se había
vuelto
áspero
tal cuan lija, al verla a los ojos, estos se empezaron a descomponer
como la totalidad de su cuerpo, recuerdo el seco sonido de una de sus
mejillas al chocar con el suelo. Muchos tal vez se hubieran
asustado pero yo ya había
entendido el sentido de la vida, esta era una carrera a la muerte
acompañada por la soledad, así
que apreté
los ojos muy fuerte y pensé
esto mismo que les acabo de decir, y pude sentir como su mano
acariciaba mi cara, pero esta vez ya no la sentí
gélida,
me miro y con su voz angelical me dijo “-No, no es así,
tu no estuvisteis
solo, tuviste
familia y amigos, pero decidiste
dormir con la muerte, pudiste
levantarte, pero no quisiste,
sin mas solo bajaste
los brazos y te rendiste,
en vez de besar y abrazarte a la vida te enamoraste
de la insípida
muerte, imaginate que no tuviste
miedo al ver que tu amor era marchito, que por lo que dejaste
todo atrás esta tan vació
como tu cuerpo; así
que ahora, ven con migo:”. Me tendió
su esquelética
mano y al blanco frio de su tacto volví
al mundo de los vivos pero no en mi cuerpo, si, no como un espectador
mas de la fundición
de mí alma con el paraíso
de la muerte, en pocas palabras vi como convulsionaba
hasta desfallecer,
pero lo que me erizo,
cosa que aun no entiendo, fue ver deslizarse una lagrima por mi
mejilla
derecha. Luego de eso pase a la escena
de mi velorio donde pude ver a pocas personas aunque aun recuerdo un
desgarrador llanto y sin mentirles creo, no, se que era el de mamá.

Después
de toda esta escena
ella me dijo “-Ahora tu harás
lo que yo hice contigo, con otra persona, deberás
ir quitando le
la vida poco a poco como un enamorado quita con duda los pétalos
de una flor preguntándole
si lo quieren o no, así
con el mismo dolor agonizante que siente la flor hazlo
tu, hasta que lo logres no podrás
visitar el vasto infierno, por que a tu edad, tu único
pecado fue elegir morir.

Así
que en andas descalzas he visto sangrar mis pies vagando por la
tierra hasta que olvide quien soy, quien fuí
y que elegí
morir.

FIN