Déjame Quererte – Capítulo 4

Déjame Quererte – Capítulo 4

Aldana Ortiz

04/07/2017

La mañana paso normal, Ethan y yo no cruzamos palabras ni miradas. Claro, no les mencione que estuve evitándolo toda la mañana. En clases nos dejaron un trabajo grupal y a que no adivinan con quien me toco. Si, con Ethan. Al parecer mientras más decido alejarme, la vida vuelve a unirnos. Le conté a Nick lo que paso y como siempre me comprendió, dijo que yo debía hacer lo mejor para mí. Si quería estar con él tendría que superar las cosas junto a él o si simplemente decidía alejarme que él lo mantendría lejos.

Nos dirigíamos al estacionamiento con Luke y val ya que ella me trajo en su coche y Luke no tenía uno.

– ¿Vamos por un helado, que dicen? – val hablo muy entusiasta, está loca por el helado.

– ¡Si! – le sigue Luke en un grito

– Ya que- le reste importancia. No soy mucho del helado, pero sí de las pizzas. Le mande un mensaje a Nick de a donde iríamos y me centre en la mini pelea que tenían los dos inútiles que van conmigo.

– ¡Cómo no puede gustarte! -exclama val con cara horrorizada- la menta granizada es lo mejor que puede haber en el mundo!

– ¡¿Esta loca?! ¡Es asquerosa! – Luke hizo cara de asco

– Oh Luke retráctate antes de que- no pude terminar porque los gritos de Valery me interrumpieron

– ¡¿Que has dicho?! – Luke la miro sorprendido por su reacción- como puedes decir semejante estupidez?! ¡Retractate ya! – sentencio

– Oh no, no lo haré. Me niego a aceptar que esa cosa es rica- veía esto interesada por que las reacciones de val son únicas

– O te retractas ya o- Luke la interrumpe

– ¿O qué? ¿Qué harás val? – dice Luke con una sonrisa coqueta y desafiante a la vez. No hubo contestación de parte de ella si no reacción. Freno de golpe el auto.

– ¡¿Estás loca?!- gritamos los dos con nuestras respiraciones alteradas

– Bájate en este mismo instante- dijo val ya tranquilizada

– ¡No estarás hablando en serio- Luke intercambiaba mirada entre ella y yo- pero faltan como 10 cuadras y son largas! – la cara de espanto que tenía merecía una foto

– ¡Pues ve trotando! – grito val. Para mí esto era normal, que les puedo decir, es mi mejor amiga.

– Pero…

– ¡Largo! -esto era muy gracioso

Luke se bajó y val acelero.

– No debiste hacer eso- dije ahogando una risa

– Vamos, admite que fue gracioso-ambas empezamos a estallar en carcajadas. Llegamos a la heladería y ahí ya estaba Nick.

– Nicholas- dije alargando su nombre y abrazándolo.

– ¿Pequeña- dijo del mismo modo riendo- oigan y Luke? – ambas nos miramos y empezamos a reír de nuevo

– El demorara un poquito- dice val

– Okay – le restó importancia, creo que no le agrada mucho Luke.

Pedimos nuestros helados y nos sentamos, a los minutos vemos que entra nuestro amigo agitado, se para y apoya sus manos en sus rodillas tomando aire, pero mi vista se desvía a una persona que está detrás de él, Ethan. Él está sentado con una chica y charlan muy animadamente, empecé a sentir molestias, como impotencia se podría decir. Parece que la chica se da cuenta que me quede mirando y es ahí donde Ethan se gira a verme, rápido hago lo mismo que él y quedo viendo a mis amigos que estaban con sus chistes, pero no les preste atención.

– Viene para acá- val me miro e hizo señas. Vaya al parecer si se dieron cuenta de que me quede observándolo.

– Hola – escuche como saludo y lo mire respondiendo del mismo modo- ¿podemos hablar? – me levante sin responderle y nos hicimos a un lado

– Quería saber cómo te has sentido después de lo del ayer- dijo mirándome a los ojos iba a responderle, pero a mi mente vino una imagen- mi hermano en el hospital con mucha dificultad para poder respirar

– Tengo que irme- me gire y me fui. ¿Algún día podre estar bien sin sentir esas cosas cuando él está conmigo? Sé que no es el responsable pero no puedo evitarlo, aunque lo ame. Por el arrebato de irme olvide que estoy lejos de casa así que camine un poco mientras sacaba cada pensamiento de mi cabeza. Ya habían pasado como media hora y siento como un carro se para a un costado mío, volteo a ver y vi a Valery.

– Eu espera- bajo del auto y me abrazo- estas bien?

– Si, fue solo un momento. – se notaba la poca emoción en mi voz

– ¿Quieres que te lleve a casa? Desde hace rato ando buscándote y Ethan está un poco alterado y está buscándote por el lado contrario a este

– No está bien, caminare un poco más y luego tomare un taxi

– Estas segura? – asentí y ella se fue

Ya había caminado lo suficiente y estaba esperando a que apareciera un taxi.

– Al parecer caminar hace bien- hablo alguien a mis espaldas. Voltee y estaba el chico del centro comercial- sabiendo que voy a encontrarte vengo por el mismo camino todos los días- una sonrisa coqueta se forma en su rostro

– No estoy de ánimos- rodé los ojos esperando a que se fuera

– Yo podría cambiártelos- se acercó a mí y yo retrocedí

– Deja de molestar …

– James- se apresuró a decir al ver que no recordaba su nombre. Gire al ver parar un taxi y me subí en el como si nada hubiese pasado

– te encontrare- grito mientras yo avanzaba

(…)

– Tenemos que hablar, no puedes seguir evitándome- Ethan se interpuso en mi camino

– Me están esperando en la cafetería Ethan- hable un poco irritada, no quería hablar del tema

– Pues creo que ya dejé que me evitaras lo suficiente- me miro fijo a los ojos- ¿qué piensas hacer? ¿Seguir huyendo? ¿Te sirve eso? Porque a mí no- no dije nada, no sabía ni siquiera lo que era mejor, solo quería no sentirme mal. ¿Me sirve? Realmente no lo sé, pero me ayuda a mantenerme

– No lo sé, pero hago lo que puedo supongo…

– Es que no es así como tiene que ser, tú no eres así- espero a que dijera algo, pero como no lo hice el siguió- ¿ya se te olvido como eras? ¿Dónde está esa persona que no se detenía ante nada? ¿Que no le temía a nada? Mira en lo que te estas convirtiendo, en alguien que le teme a la vida y que es incapaz de enfrentar sus problemas- y eso basto para que yo estallara

– ¡Tú no sabes nada! ¡No sabes lo que es tener que estar todos los días tratando de evitar cualquier pensamiento que pueda destruirme! ¡No sabes lo que se siente perder todo en tan solo segundos! – sin decir nada me cargo como si fuese una bolsa de papas

– ¡Suéltame! ¡Qué haces! Bájame ya- gritaba como si fuese una loca y aun así no me bajaba

– Quédate quieta, haces pasar vergüenza

– ¡Pues bájame idiota! – le daba golpes en la espalda, pero claro, ni cosquillas le hacían- si no me sueltas vas a arrepentirte! – grité lo más fuerte que pude y el solo rió.

– Oye no, deja eso- seguí pellizcando sus nalgas hasta que caímos ambos al piso

– Imbécil- dije mientras me masajeaba el trasero

– Si tu no me hubieras tocado el trasero no nos hubieses caído- estaba parado gritándome y lo imite quedando en frente de el

– ¡Pues si tú no me hubieses alzado no te hubiera pellizcado!

– ¡Si no te hubieses negado a hablar no hubiera tenido necesidad de hacerlo!!

– ¡Si dejaras de molestar nada de esto pasaría! – él iba a seguir, pero lo detuve- mira ya basta! qué demonios querías- inflo sus mejillas y dejo salir todo el aire acumulado

– Súbete al carro

– ¿Que? ¿Para qué?

– Solo hazlo- hice lo que él quiso para terminar esto de una vez.

Él iba manejando con la vista al frente sin siquiera mirarme y yo hacía lo mismo o miraba hacia la ventana. El ambiente estaba muy tenso que hasta un cuchillo sin filos podría cortarlo. Las manos me empezaban a sudar, me mordía el labio y no me daba cuenta hasta que sentía una punzada de un leve dolor para después sentir el sabor a sangre.

– Deja de morderte el labio, hacen que- pero se calló de golpe y yo lo deje de hacer. Sin darme cuenta volvía a morderme, pero los soltaba cuando sentía su mirada fija en mí. El coche paro en un puente.

– Vamos- abrió mi puerta para que saliera y así lo hice. Nos sentamos en unas rocas al costado del puente y él se quedó mirándome. – acá solíamos venir cuando algo nos agobiaba- dijo mirando hacia la carretera como si estuviera trayendo recuerdos a su mente.

– Yo realmente no sé si pueda- él sabía que me refería a hablar de eso

– Debes dejar el miedo a un lado si no vas a torturarte siempre así- un silencio nos invadió, pero creo que solo estaba tomando valor para poder hablar- si realmente no quieres hablar puedo esperar, pero solo no me pidas una cosa- lo miré directo a los ojos y pude notar cierto temor en ellos- no me alejes de ti… no de nuevo

No sabía que decir, por supuesto que no quería alejarlo, nunca quise alejarlo, pero tampoco sé cómo sobrellevar lo que sucedió, siempre que pensaba en el anhelaba que estuviera a mi lado y que me diera uno de esos abrazos que podían calmarme, escuchar su voz diciéndome que todo estaría bien pero cada vez que él se acercaba a mi había algo que me hacía rechazarlo, algo que no era fácil de llevar y sobre todo algo que me recordaba a una de las personas más importante para mi…

– Di algo por favor- intentaba hablar pero no era capaz de decir nada- en este tiempo te necesite mucho más de lo que puedas imaginarte, sé que todo fue difícil pero no puedes simplemente tomar el camino más fácil para dejar de sufrir, las cosas hay que afrontarlas porque si no nunca seremos capaz de superar nuestros temores… temores que poco a poco van matando a uno mismo- lo que dijo fue algo que me llego directo al corazón haciendo que sienta una mezcla de sentimientos, nostalgia, amor, odio e impotencia

– ¿Puedes… puedes abrazarme? – fue lo único que quise en ese momento, ser contenida y poder sentir que no estaba sola. El hizo lo que le pedí y después de mucho tiempo me sentí protegida, sentía que todo estaría bien y que nada pasaría a su lado. Es ahora que me doy cuenta lo mucho que extrañe su presencia, su paciencia y su amor…

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS