Eres y soy
Dos particulares, dos personas y dos mundos.
Dos historias diferentes, dos ríos que se encuentran.
Dos individuos, cada uno por separado que de repente se hacen uno.
Tu y yo no tenemos definición, porque definir seria limitar y los limites no van con nuestra personalidad, luchadora, llena de sueños y de ganas de vivir.
Somos una misión, somos una vida, y realmente no sé lo que somos pero algo es.
Somos amistad
Somos locura
Somos pasión
Somos pureza y perversión
Somos perfectamente imperfectos
Somos alegría, luz y neblina
Somos lo que es justo, lo que nos merecemos y lo que se anhela.
Somos inspiración y esperanza, de que cosas buenas si le pasan a la gente, de que no todo es salvaje y que en lo salvaje hay corazón.
Somos todo y no somos nada a la vez.
Somos lo que nos da la gana de ser cuando nos da la gana.
Somos lo que hace creer que hay bondad y que el mundo puede ser mejor.
No podemos ser nada porque la nada en nosotros no existe.
No somos algo porque un algo es nada.
Simplemente Somos.
Empezamos…
Nos conocimos en un concierto, estuve esperando acostada en el césped, cubierta con mantas con mis amigas porque la lluvia caía de forma intermitente. Estaba emocionada, estable y feliz. De repente cuando te das cuenta la vida simplemente te sorprende y yo no quería dejarme sorprender. Pero siempre son las cosas más simples y sencillas las que más te llegan.
Escribiré esto tal y como lo recuerdo, solamente para asegurarme de que no estoy loca, de que esto si paso, fue real y aunque haya sido corto fue intenso y me dolió. Tanto se puede aprender en tan poco tiempo y a pesar de eso, el tiempo que vivimos se sintieron como años, toda una vida, los segundos se transformaron en días y ahora aunque no estoy muriendo de amor (irónicamente no hay tiempo para morirse de amor), me viene la pregunta planteada, ¿en verdad sucedió? Parece una burla, un chiste de mal gusto, pensar que en un poco más de dos meses uno se puede sentir así, sé que él lo sintió, me lo dijo varias veces incluso antes que yo.
Entonces, ahora dejare esta historia en papel, porque debo canalizar lo que siento, y al que lo lea, le pido que se olvide del tiempo, porque esta es una historia de cómo el tiempo no existe, de cómo a veces las estrellas y el universo, nos dan una brecha, una salida entre tanta miseria del día a día, entre tanta austeridad del mundo, nos permite vivir y ver nuevos colores por segundo. Así que no piensen en que es imposible querer o sentir en poco tiempo lo que él y yo sentimos, porque nada es imposible, y esto sucedió, fue así, muchos le dirían estupidez (a veces quiero pensar eso) otros le dirían milagro, yo le quiero decir Presente, porque fue una mezcla de todo esto.
TIC TAC
Volvamos al principio, fue un sábado, estaba con mis amigas, en casa de Luca, habíamos hecho una fiesta la noche anterior y mientras hacíamos desayuno, planeábamos nuestra salida al SIG SIG, al concierto donde al fin iba a ver en vivo a mi artista favorita. Salimos de la casa, cogimos un bus hasta el terminal, entonces encontramos a Jeff, estaba buscando a más chicos de La Fundación, quería que esperemos con él, pero nosotras teníamos otros planes.
Ay Dios que sería del mundo sin los amigos, y que sería de mí sin mis amigas y su locura insaciable. Nunca me cansare de recordar todas las historias, locuras, y de cómo cada una de mis amigas están más locas que las otras. Me llenan el alma y me hacen sentir aliviada, sus colores son fucsia y su alma pura, a pesar de tanta locura, son pocas las personas que se atreven a querer sin restricciones y que dan todo de sí a la causa perdida de la amistad incondicional. La vida sería muy vacía sin sus risas, sin su apoyo y consejos. Los tradicionalistas eruditos de hipocresía, dirían que no se escoger bien a mis amigas, yo diría que no las escojo, para mi ellas son ángeles enviados y están no en todos los momentos de mi vida, pero si en todos los necesarios.
Llegamos a Gualaceo, recuerdo que comimos, bebimos un poco, y luego nos tocó esperar las entradas para el concierto. Así que nos sentamos en un banco en una vereda a esperar. Los momentos más simples son los mejores. En ese momento sentadas las 3 en un banco de madera medio roto, en una esquina de una vereda, de un pueblo, fue más de una hora larga, pero fue uno de los momentos más divertidos del día. Los carros y buses pasando, todos en dirección al concierto y nosotras sin poder tomar ninguno de ellos. Llovía un poco, moríamos de risa. Realmente no importa el lugar donde uno se encuentre, siempre que estés con la mejor compañía. Riendo de la ironía que es la vida, y con un toque de humor negro, una situación desdichada, puede ser una divina comedia.
En fin, como todo en la vida, parece que el universo mueve las fichas, para darte más trabajo o que todo sea más entretenido, todo depende de cómo lo quieras ver. Cuando teníamos ya las entradas, pues dejaron de pasar buses para ir al lugar donde iba a ser el evento. Estábamos solas, sin mucho dinero, en un pueblo, con muchas ganas de ir a un concierto, no cualquier concierto, sino a cumplir uno de mis sueños, pero sin siquiera un burro que nos lleve. Así que hicimos lo más inteligente que se nos podía ocurrir: Tomamos el sobre manila donde estaban impresas las entradas y escribimos: ¨DENOS LLEVANDO AL SIG SIG¨, en alusión al modismo cuencano de hablar siempre con el ´´denos´´. Recuerdo que fue tan divertido eso que un carro que iba pasando, al chofer se le apago el motor por andar distraído viendo nuestro show. Cuando, ya después de un rato nos paró un bus, lleno de chicos hipster, jóvenes que iban también al concierto y nos llevaron.
Vida mía, en este momento, recordando, pienso, que hubiera pasado si a pesar de todos nuestros esfuerzos no nos hubiera parado ese bus. ¿Es esto lo que los filósofos llaman causalidad? El reloj se fue preparando para acelerar en ese instante, pero todavía no acelera lo suficiente. Todavía no es tiempo. Empieza la cuenta regresiva, tic, tac, tic, tac.
Nos vamos al concierto.
CONCIERTO
Quiero empezar esta parte, con una definición: ¿Qué es un concierto? Pues es un conjunto de piezas sueltas al aire, melodías, ritmos y armonías, todas por separado no hacen mucho sentido, pero unidas, combinadas, crean una composición y a eso es a lo que se le llama ARTE.
De igual forma es la vida, conjunto de eventos, elementos por separados, cosas simples, una taza de café, una mirada, una palabra, el tacto de una mano, un taxi pasando, un árbol, todos estos elementos juntos pueden formar una historia, y a su casualidad, se le llama perfección.
Aquí estamos, llegando y una fila eterna e inmensa para entrar. Pero ya habíamos llegado hasta allí y era imposible retroceder. Si ves corazón, como se me hace imposible retroceder cuando has llegado a un punto. Retroceder es tratar de regresar el tiempo, y acaso no hemos aprendido todos, que el tiempo no regresa, simplemente acelera y a veces se detiene. Pero acá todavía no se ha detenido, ya llegaremos a esa parte.
Nuevamente, recuerdo a mis amigas con las que estaba ese día, y no puedo dejar de sonreír. Si pudiéramos enfocarnos únicamente en las cosas positivas y alegres de la vida, todo sería tan diferente, aunque admito, que si no fuera por la melancolía que está rondando en mí, tratando de tomar posesión de mis pensamientos, no estaría aquí ahora escribiendo esto. Puede existir algo que se llame ¿¨melancolía positiva¨?, sino pues ya la he creado, y es el arte de co-crear algo bueno a partir de esta melancolía. Ay si todos pudiéramos hacer algo bueno con nuestras tristezas, problemas y decepciones, el mundo posiblemente sería un lugar diferente.
Volviendo al tema, nos encontramos con dos amigos, luego los amigos fueron aumentando. Cuando vi, estábamos en un grupo grande, todos sentados o acostados en el césped, porque el show todavía no empezaba. Cubrimos con plástico y ponchos el suelo para taparnos de la lluvia y así poder dormir un poco, a pesar de la cantidad de gente que había incluso fumando marihuana en ese lugar. Las nubes negras de humo de hierba dando círculos por todas partes y en cambio, nosotras, queriendo dormir en pleno concierto hasta que salga por fin el artista que tanto queríamos ver.
Así llego el entremedio, ya era de noche y la gente se tropezaba al pasar porque nosotras estábamos acostadas en medio camino. De repente vi a alguien nuevo que llegaba al grupo, no eras tú, sino gente conocida que habíamos estado esperando. Nos levantamos de un salto al verlos a todos y la fiesta se agrando. Empezamos a saltar, reír, bailar, hacer payasadas porque simplemente en nuestro grupo el concepto de lo que es ¨normal¨, está sobrevaluado. Si te vi, un breve instante, y vi que tú me miraste también. Espero que esta parte no sea mal interpretada. Verán, a lo mejor se espera una historia de amor a primera vista, y lo pudo haber sido, tal vez era esa la primera idea del destino, pero yo estaba acostumbrada a estar sola, me gusta estar sola. Estaba feliz, estable y en paz conmigo misma. No quería cambiar eso, así que te vi un instante, vi que tus ojos brillaron un segundo al verme y voltee la cara. Nunca estuve dispuesta a sacrificar mi paz interior por alguien que podía ser ¨random¨, por algo que no quería que pasara.
No debería adelantarme, pero sí debería pedir perdón. Perdón porque este dolor que estoy sintiendo yo misma lo provoque. No al darte la oportunidad, sino al manipular la situación posterior. Porque amor mío, de los dos la más asustada siempre he sido yo. La más insegura y con negación, mirando a cada instante diferentes posibilidades e imaginando las mil y un formas en que tú me podías hacer sufrir. La imaginación es un arma de doble filo.
Deben saber que no hay peor enemigo que uno mismo, y que no hay nadie que te pueda hacer más daño. Como quisiera hoy volver a ese día, y decirte que si aceptaba bailar contigo cuando Lonchis tanto insistía. Que ambos estamos dañados, rotos y con cicatrices que no han terminado de sanar. Que mi peor defecto es tanto pensar, analizar, y recrear situaciones futuras que no dan lugar a la realidad. Que tú y yo nos encontramos ese día para ser felices y nada más. Decirte: nos vamos a querer y mucho.
Debo con este párrafo aprender a perdonarme a mí misma también, por haberme causado tanto dolor con tanta bondad. No es fácil pasar por lo que hemos pasado, sin sentirnos un poco trastornados. No nos juzguen, porque solo él y yo conocemos la historia de fondo. Podría describir de tantas formas todos los sentimientos encontrados, y ni así, lograría hacerlos sentir a todos en su totalidad, lo que él y yo sentimos.
Ahora, imaginemos el corazón como un reloj. Los relojes son uno de los inventos más antiguos de la humanidad. Existen relojes de arena, agua, viento, sol, incluso se cree que existían otras de otras especies, desconocidas en la actualidad. Ahora, veamos el reloj como lo que es y no como lo que estamos acostumbrados a ver: Una medida de tiempo. Nada más que eso, la medición del tiempo que conocemos en la actualidad es una invención del hombre. Pero el tiempo no le pertenece al hombre, el tiempo como sale en Alicia, es un señor, y no tiene dueño. El tiempo es un señor que puso relojes en todos nosotros, y ese reloj es el corazón. Ahora bien, cuando imagino un reloj, lo veo como algo solo e independiente. Pero no es así, pues en realidad todo reloj necesita un motor para funcionar.
Volvamos a esa noche. Tú estabas ahí, con un abrigo negro, parado junto a tu mejor amigo y con una cara de (no vamos a utilizar una mala palabra) muy pocos amigos. Sonreías por breves instantes (o esto lo estoy imaginando), con las manos en los bolsillos, con ganas de irte, y con tu reloj oxidado. Entonces ocurrió la parte en que ambos formamos parte simultánea de esta historia, pues es aquí cuando por primera vez, tenemos recuerdos mutuos de una situación. El destino, el tiempo, los momentos, las cosas invisibles, las palabras y las expresiones, tan juntas y unidas en un recuerdo, parece que fuera irreal, y eso es lo que lo hace real. Acostumbrados a las mismas emociones diarias y sin sentido, que cuando por fin ocurre una nueva emoción, se le da un nuevo sentido a la vida, y de la nada tienes otra razón, no de existir (esa todavía no la he descubierto) sino de Ser.
Lo que aquí pasa, estos hechos ya los conoces. Te dijeron que te quedes, que busques una chica de las que estaba ahí que te guste. Tú me señalaste a mí, y de repente me vi de cierta forma embaucada a conocerte por nuestros amigos. Lo recuerdo y me hace sonreír. No quería saber nada de romance en ese momento, estaba mi artista favorita en vivo y cantando a todo pulmón y solo la quería ver a ella. Un sueño hecho realidad, escucharla cantar en vivo, ay pero los sueños tampoco se miden cuando se empiezan a cumplir, y suceden en combo, no de poco en poco.
Nuevamente, pido que no se malinterprete esto al usarlo a él como persona directa. No sé si leerá alguna vez esto, no sé si tenga la fuerza, quien sabe si esto es únicamente para mí o para alguien más, tal vez en el mundo haya otra persona a la que le esté pasando esto y también se sienta tan perdida como él y yo nos sentimos en este momento. Tal vez, esa persona desconocida, si la tuviera en frente le haría saber que no tengo una solución a este problema, porque si se trata de resolver de la forma convencional, será una pérdida más, ya que esta historia no es convencional. Le diría: no estás solo, a mí me pasa lo mismo, y aunque duele, todavía hay esperanza.
Dicen que la esperanza es lo último que se pierde, pero esto no es así, ya que nunca se debe perder la esperanza.
Seguimos, por la insistencia de Lonchis, de no dejarme ir, el me tomo del brazo y me llevo a hablar a solas a otro lado. Me dijo que no le gustaba Natalia Lafourcade, porque sus letras eran muy profundas. Lo mire y le dije: puntos menos por eso. Siempre poniéndome a prueba, el nunca paro de hacerlo, de hacer una pregunta o comentario y esperar mi reacción. Puedo creer y decir, que la mayoría de las veces sonrió con mi respuesta y los colores se volvían celestes.
Como se diría vulgarmente en nuestra generación, no le paraba bola. Aunque si había una pequeña chispa en el interior, estaba dispuesta a ignorarla. Debería también pedir disculpas por esto, a él ni a ustedes, sino a mí misma, por ignorarme tanto.
Salimos del concierto y venias detrás mío, hablando en francés, en ese momento no se si fue obvio, pero me voltee y el reloj oxidado empezó a intentar mover sus piezas. Débil y roto, pobre reloj, resignado a no volver a funcionar y atrapado en una mente en negación, negando cualquier oportunidad de una nueva historia. Pobres de nuestros relojes en forma de corazones, con ganas de vivir y sin darles la oportunidad.
Empieza la estrategia, empezamos a conversar caminando, hablando de cosas al aire. Era un juego todavía, sin darse cuenta, uno le va sacando el óxido a las cosas, y aquí viene mi parte favorita: La primera despedida inconclusa. Estábamos a punto de despedirnos, alargando un poco el tiempo porque no sabíamos que hacer, si salir a otra parte, irse cada uno a la casa, o quedarse un rato más, solamente porque se sentía algo nuevo y raro, leve, muy despacio, pero era intriga, no amor todavía. A veces la intriga es algo que te amarra, no la puedes dejar ir así no más, es como un condimento, un ingrediente secreto que te deja con ganas de más.
Mis amigos se habían subido en un bus, no entrabamos tantas personas en tu carro. Nos quedamos ahí parados conversando, tu, tu mejor amigo y yo. Me gritaron de repente, llamándome porque ya debíamos irnos. Entonces te dije: ya me voy, no entramos todos en tu carro, y tú me dijiste –pero es que yo quiero llevarte a ti. Sonreí, salí corriendo y me subí en el bus. Sin saber que había pasado, si fue esa una despedida o un comienzo. Nuevamente la intriga tomo forma.
El reloj se prendió y está listo para andar.
Aun no, todavía falta, aun no es nuestro tiempo.
ZOOCIEDAD
Acabo de darme cuenta, lo que ya sabía y conocía, pero las ideas son diferentes en la mente que cuando se materializan, y es que en verdad, el poco tiempo que vivimos, fue el más largo de todos. Vivir cada segundo como si fueran días, de solo pensarlo, me doy cuenta que entre nosotros hay material para una novela tan extensa como la Guerra y la Paz.
Pido otra vez disculpas por las distracciones, tratare de no salirme de la línea de la historia. De describirla de forma cronológica, como los mortales estamos acostumbrados a verla, pero si el tiempo es uno solo, ¿cuáles son las divisiones?
Llegamos a Cuenca, el organizo una salida, quisiera pensar y mi ego me pide que piense que hizo esa salida por mí, para verme, por una apuesta con su amigo y una apuesta consigo mismo. Apostando a ser feliz, a vivir una noche, qué más da, una chica más, una noche más, un día más del calendario. Que ilusos y curtidos podemos estar los seres humanos, pensando que cada cosa que ocurre, cada suceso es uno más en la vida, una raya más al tigre, uno más del montón, solo un número más. Nos consolamos con esta idea, para decir que ningún sufrimiento vale la pena, que no es para tanto y que la vida no es vida, solo existencia.
Tomamos un taxi desde el terminal y me fui con mi amiga Nathy a su casa. Teníamos que pasar por ahí primero, supuestamente solo unos minutos, pero nos demoramos un montón. Todo fue por una razón, creo que si el destino no me hacía hacerte esperar, yo no lo hubiera hecho. Esta es una de las cosas más interesantes de la vida. Recuerdo estar en casa de Nathy, desesperada por irme, sabía que estabas en Zoociedad, estaban ahí ya Luca y Michelle, quería ir, saber que podía pasar, y luego por fin nos fuimos.
Mi Nathy querida, has estado conmigo durante tanto tiempo siendo parte de mis historias. De mi vida, entendiéndome sin juzgarme jamás, escuchándome, ayudándome, alentándome a ser valiente y a quererme a mí misma, a ser fuerte, y en esa ocasión, fuiste también parte de esta historia, al darme valor, coraje y agallas. El destino, el universo y el tiempo se pueden acomodar para que las cosas sucedan, pero el elemento clave de toda situación son nuestras propias decisiones. Sin ti, no hubiera podido tomar la decisión que es inspiración de esta historia. Esa noche, vi que te demoraste por esperar también a un gran amor, un amor lento y que no se cansa de estar presente, aunque eres la mujer más fuerte que conozco, eres también la más dulce y la que hace de todo porque los demás estén bien.
Fue todo bien en Zoociedad. Mucho baile, algo de cerveza. Bailamos juntos, bailamos en grupo. Seguía en mi estrategia, de no darte mucha importancia, ya me había retrasado en llegar y seguías ahí, entonces mejor aprovechar la situación, y estar contigo pero sin hacer de eso más de lo que era: dos personas que se conocen, bailan y…. ¿Qué es esa sensación en el pecho?, algo de llenura y espeso. Lo recuerdo y lo vuelvo a sentir, estar ahí parados en esa esquina, todos bailando en círculos, y tu hablando conmigo, diciéndome que no sabías bailar pero igual lo hacías. El reloj se empieza a encender, se prueban los motores, ¿será que todavía funcionan? ¿El óxido no lo habrá dañado completamente?
Salimos a conversar, me acompañaste a fumar. Nos sentamos juntos, nos dijimos en que trabajábamos, resultaba que ambos teníamos hijas y de la misma edad, ambos sentíamos las mismas decepciones, y a pesar de todo, nos cautivamos el uno al otro por unos segundos. Fue ahí cuando lo vi, todas nuestras vidas, viviendo por separado, cada cual por su lado, pero ambos en la misma historia, en los mismos lugares, las mismas situaciones, no podía ser que algo así estuviera pasando, no podía ser que todo fuera tanta coincidencia, era una locura desalmada pensar que eso podía ser. Lo escribo ahorita, lo pienso, lo recuerdo, y aun me parece una locura, y me pregunto si yo lo estoy exagerando, agrandando, sintiendo o recordando de más…. Y luego miro los hechos, y toda nuestra vida como pasando al mismo tiempo en mundos paralelos, ¿Cuáles eran las probabilidades?
Lo siguiente es normal, nos dimos los números (me lo sacaste con artimañas, dignas de un lover) nos fuimos en tu coche cuando cerraron el local, no encontramos donde seguir la fiesta. Estábamos con tu amigo y mis amigas, me despedí sin beso, solo otra vez me baje corriendo del carro. Esta vida de fugitivos a la que nos acostumbramos, a no demostrar y si lo hacemos, tiene que ser poco, porque demostrar es exponerse, y exponerse equivale a lastimarse.
LA DESPEDIDA INCONCLUSA 2.0
Para empezar esta parte, quisiera comenzar con una canción. Una de nuestras tantas canciones, que se verán mucho en esta historia, todo un repertorio o playlist.
Des yeux qui font baisser les miens, Un rire qui se perd sur sa bouche, Voilà le portrait sans retouche. De l’homme auquel j’appartiens
La vie en Rose
Que indelicado de mi parte no habértela dedicado antes, tal vez algunos secretos se descubrirán en este escrito. No tengo nada planeado con esto, ni se cuánto se extenderá.
Volvamos, no me dejen perderme en mis pensamientos. Pasaron después de esa noche exactamente dos semanas. En la cual nos escribimos por whatsaap como hacen las parejas y amigos ahora cuando se ´´cortejan´´. Nuevo secreto: amo las cartas escritas a mano, me parecen tan devotas y personales, el concepto del whatsaap es muchas veces una forma muy intensa de quererse y buscarse, las parejas ya no se dan el tiempo para ellos mismos, preocupados todo el tiempo por si leyó mi mensaje, me contesto o no, y si el mensaje no es lo significativamente suficiente para llenar las expectativas de la otra persona, pues una guerra empieza. Y me pongo a pensar, ¿Cuánto tiempo se requiere para pensar en una respuesta satisfactoria para la otra persona en cuestión de segundos por varias veces al día?, ¿es que acaso uno no se cansa de esto?, ¿Cuánto trabajo toma estar pendiente de complacer a tu pareja con respuestas o palabras de amor, solo por tratar de evitar un drama innecesario?, en cambio, en una carta, tienes tiempo de sentarte y expresar todo una vez al día, y que esa vez al día sea tan llena de magia y poesía, que bastaría para llenar todas las expectativas de la persona más escéptica, si definitivamente prefiero las cartas a mano.
Creo que él y yo podemos decir con sinceridad, que nunca caímos en este error. Ambos sentíamos que la presión de tener que ser creativo con el amor cada segundo era algo que no debía existir en nuestras vidas. Siempre nos quisimos tal y como éramos, respetando el tiempo de cada uno. Entonces, uno leyendo esto se puede preguntar, ¿Qué paso?, no tengo una respuesta a eso, espero que lo vayamos descubriendo conforme avanzo con este escrito.
De regreso a los hechos, dos semanas después de esta, había una fiesta, la despedida de una querida amiga de La Fundación a la que le decimos ¨peque¨. Recuerdo además, que el fin de semana intermedio a este, no dijimos para ir a ninguna fiesta ni hubo la posibilidad de verse, porque eran las elecciones y por supuesto nadie podía viajar. Aunque de forma inconsciente ninguno de los dos quería hacerlo, ambos nos queríamos tomar nuestro tiempo y ¨ver que pasa¨.
Muchos estuvieron en esa fiesta, tú viniste con tus amigos, fuiste primero a la playa y luego regresaste a Guayaquil por estar aquí. Sentí emoción y nervios, que podía ser esto, acaso algo bueno, y si lo era, no estaba lista para una relación, no estaba lista para querer ni para sentirme querida, no estaba lista Dios y ya llevaba un año sola haciéndome a la idea de seguir así, de hacer planes con mi vida sin contar con el amor de un hombre, y contradictoriamente, una parte de mí, pedía al Cielo que me envié a alguien que me quiera, como tu alguna vez me dijiste: te mueres de ganas porque te enamoren, después de que yo te dije que tú te morías de ganas de enamorarte… pero me estoy adelantando.
Llegaste a la fiesta y me llamaste para que salga. Estabas con tus amigos sentado afuera y tomando ron con cola. Me senté con ustedes y conversamos un rato antes de entrar. Se nos veía nerviosos… ¿puedes recordar esto?, mi vestido, tu camiseta gris, tu peinado, mis gestos, las palabras, el cosquilleo en el estómago, las ganas Dios las ganas de vivir, pero todavía con restricciones encima, como un par de aves encerrados en jaulas que ellos mismos construyeron planeando su salida. Salimos de la jaula poco a poco, para al final volvernos a encerrar, que patético posible final.
Antes de subir, mientras caminábamos hacia la casa, llego un taxi, era David, el mejor amigo, con Anita otra amiga. Fue un momento bastante gracioso, me di cuenta que David no sabía que ibas a estar ahí, fue una especie de sorpresa. Y seguimos puliendo el reloj.
Subimos, a la terraza, y empezamos a conversar, bailar, beber, a hacer lo que las personas normalmente hacen en una fiesta. No dejábamos de sonreír, de reír, en especial porque esa fiesta fue una LOCURA. Si alguna vez quieren ver una fiesta de verdad, pues las de Techo lo son. Una de esas cosas épicas, locas donde todos simplemente se alocan y al día siguiente no se pueden ver a las caras. Entonces, vino Anita, otra Anita y el Pepe, a jugar a los 3 Mississippi. Que loco, que locura de la buena, no podría haber sido más animosa, espontánea y perfecta.
El juego de los 3 Mississippi, va así:
Las personas se ponen en un círculo o un cuadrado, y se van besando durante 3 Mississippi, de acuerdo al giro de las manecillas del reloj. Nuevamente el tiempo está presente, de una forma u otra.
Entonces, se besa el pepe con Ana, te besas tú con Ana, y te tocaba besarme a mí. Lo intentamos dos veces porque simplemente no llegábamos a los 3 Mississippi, siempre me quitaba antes de que termines. Fue cuando me agarraste el cuello y me besaste sin que me pudiera apartar, entonces hiciste que por primera vez en esta historia y en mucho tiempo, me deje llevar, puse mis brazos alrededor de tu cuello, me tocaste la cara, nos abrazamos y mis rodillas se doblaron. Cuando me di cuenta, Ana y Pepe se habían ido, su misión estaba cumplida, y nosotros no podíamos dejar de besarnos.
A partir de ese momento todo fue una historia dentro de una historia. Verán, estábamos en una fiesta, había trago, reggeton, baile, tabacos y drogas. Nosotros estábamos ahí, pero viviendo una historia dentro de ese lugar, donde la música era diferente, la lluvia era refrescante y los besos adictivos. Besos bajo la lluvia, era puro romance, el romance que ambos necesitábamos en ese instante.
Aquí ocurrió una de las primeras frases sorpresas, de las muchas que tendría el al estar conmigo. Estábamos sentados abajo en la sala, esperando un taxi con tus amigos, moría de sueño, sabía que mi amiga Allison estaba durmiendo en un cuarto sola. Entonces me vire y mire y te dije: Estoy muy cansada así que hoy no vamos a tirar. Te di unas palmadas en la rodilla, me levante y me fui a dormir.
Nunca dije que esta historia iba a ser de una novela de amor, es una historia de amistad y de mucho humor. De adicciones y miedos. Tiene tantos elementos, tal vez fue eso lo que nos enamoró, vivir un concierto, con muchos elementos separados que unimos e hicimos arte. En otra parte puse que la esperanza nunca se pierde, pues ahora completare esa frase:
Dicen que la esperanza es lo último que se pierde, pero esto no es así, ya que nunca se debe perder la esperanza, el Humor es lo último que debe perderse.
Desperté, en una cama vestida, y con Allison y Jaime, uno a cada lado. No recordaba mucho, me levante y vi a otro amigo durmiendo en el piso sobre una colchoneta con los brazos cruzados cual un muerto en un ataúd.
Buscaba mi celular, ¿dónde estabas? ¿Tenía que saber de ti? ¿Qué paso? ¿Que dije? ¿Que hice? ¿Acaso lo arruine?, entonces pensé en mi reputación, cosa que cuido mucho por ser madre soltera, me cuido de los prejuicios y de los hombres malos que andan comentando sus vidas y sus aventuras con mujeres, refiriéndose a ellas como zorras ofrecidas. El sexo es exposición, y tenía la costumbre de cuidarme mucho en este sentido. Aun así, el fuego pudo más que todas las convicciones del mundo.
Era momento de salir de ahí, busque mi celular y salí a llamarte. Camine bajo la lluvia un chance, estaba viva pero muy asustada. Cogí un taxi y fui hasta donde tú estabas. Tome un café y desayunamos en el hostal con tu amigo. Luego nos sentamos a conversar, me contaste lo que había olvidado y te dije que lo sentía mucho por cualquier cosa mala o loca que haya dicho.
Es hora de irse, me acompaño hasta la vereda, no quería llamar a un taxi, eran las 10 de la mañana y estaba recién saliendo el sol. Había llovido toda la noche, nos dimos un beso, me di la vuelta y me fui caminando sin mirar atrás, sabiendo que él me estaba mirando mientras me iba. Recuperando algo de elegancia, dejando intriga y ganas. No fue una despedida ni un hasta luego, fue un espérame un rato ya vuelvo.
Los relojes están listos, quieren volver a sonar, ¿pero nosotros lo estamos?, en que nos estamos metiendo, queremos ser dueños de nuestras propias decisiones y decidir qué hacer o a quien amar. Ya no creemos o no queremos creer en cuentos de hadas, magia o amores eternos, en fantasías, que solamente nos han roto el corazón y hecho daño. No existen los cuentos de hadas o si existen, pero nos han decepcionado tanto. Los cuentos de hadas te enseñan a creer en el amor, en la esperanza, te hacen vivir una vida llena de Fe, pero no te preparan para sobrellevar el sufrimiento que omiten en sus versiones.
De nuevo el tiempo y sus medidas, que no van de acuerdo a nuestras vidas. Queremos todo perfecto, lo queremos ya en ese momento y sin embargo, cuando las cosas salen bien y rápido aparecen los miedos, los malos recuerdos.
Por más despedidas inconclusas, debemos seguir creyendo.
OPINIONES Y COMENTARIOS