Cómo querer empezar una historia de nuevo, si ya no queda nada de ella, ni cenizas, ni huellas. Quiero decir, si no eres constante, si te pierdes, si no recuerdas absolutamente nada, ¿Qué haces?, ¿Vuelves a empezar, o simplemente finges ser otra persona?
Me vuelvo a sentir vacía pero rápidamente me vuelvo a llenar. Vagabundeando por mi cabeza, sin querer, voy encontrando las palabras, los sentimientos exactos. Tal vez, me hagan recordar quién soy, o puede ser, que este descubriendo una faceta nueva. Una historia en la que descarrilar mi ira, mi racionalidad, mi puro ser.
Y no te voy a mentir, no entiendo de escritura ni lo entenderé. En mi cabeza donde pongo las comas, a mí, me suenan bien. Es más -me encanta cuando conectan con un ritmo bonito parecido a la rima-.
De siempre. Necesito escribir para ubicarme y usar los tiempos compuestos para saber de dónde vengo, y hacia dónde voy. Sonará algo nuevo. Pero yo, no creo en el hoy, me consume la expresión «carpe diem«, la habéis convertido en una filosofía de vida repugnante. Habéis convertido su uso en una costumbre de incertidumbre sin saber que pasará después, ¿De verdad queréis eso?, seguid mintiéndoos.
Yo sé porque seguís usando «carpe diem«. Por miedo. Os da miedo coger las riendas de vuestra vida, os da miedo enfrentaros a lo que os mata de dolor, os da miedo daros cuenta que estáis solos aunque veáis tanta gente a vuestro alrededor. También os dais miedo.
Es más fácil dejar el legado de vuestros errores y aciertos a otros.
Un consejo. Antes de tener miedo a que deis vergüenza buscando atención, mejor hacedlo al revés. Daros vergüenza prestando atención a vuestros miedos.
OPINIONES Y COMENTARIOS