Me encuentro hoy recordando los días en que a esta hora mi pelo se enredaba y formaba nudos interminables con el viento y eso me hacía feliz.
Días en que a esta hora veía llegar el amanecer y no me traía los recuerdos de esos en que fui estúpidamente feliz.
Una carretera recta y sin fin que daba el permiso a la velocidad y con ella más viento, pero ahora mezclado con pequeños golpes de la arena que se levantaba
y eso me hacia feliz.
Días en que a esta hora estaba despierta dispuesta para los corales, corales que recordaba en perfecto orden y ubicación, cuando no eran sólo bellos colores aleatorios en mi memoria.
Montañas que se confundían con nubes avisando una sierra al poniente y las aves migratorias formaban V’s invitándome a soñar
y eso me hacia feliz.
Días en que a esta hora mi padre contaba historias que escucharía después tantas veces que aún no se han podido borrar de esta memoria.
Un bote sobre ese azul tan negro como la noche me protegía del peligro y me llevaba hacia los peces amarillos
y ellos me hacían feliz.
Días en que a esta hora la ansiedad sólo era una palabra en el diccionario.
Eternidad hecha azul, hecha sonidos incomprensibles, luz difractada a color, mis brazos con el movimiento de las suaves olas que me llevaban a lugares desconocidos y regresaba a la orilla cada vez que mi corazón se agitaba por estos,
pero eso también me hacia feliz.
Días en los que a esta hora no conocía otro amor que no fuese el amor que yo me daba.
Un pan era un manjar y regresar era inevitable, observar el sol despedirse y con él dormir de regreso, pensar en el día en que volvería
me hacia feliz.
Días en los que a esta hora no podía dormir sin la luz encendida y mi único temor se escondía en el armario de puerta entre abierta, ahora los miedos me siguen incluso en pleno día.
Escuela al día siguiente, mi espalda va a arder, espero que nadie me abrace mañana, ¿cómo pueden ellos entender de qué hablo si no estuvieron ahí y no fueron tan felices?
Días en los que a esta hora el agotamiento se debía al haber nadado sin parar.
¿Cuándo me llevarán de nuevo?
A esos días en los que nunca pensé
que extrañaría tanto
Aquellos simples días.
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