Sinceramente, he de decirle –comenta el Director- que ha sido uno de los grandes aciertos del Ministerio y del Gobierno, después de tantísimos años de Leyes sobre Educación que no servían para nada y que trastocaban una y otra vez lo que nuestra sociedad moderna necesitaba.

Entonces, insisto –pregunté- ¿valora positivamente esta medida?

Sin lugar a dudas, la instalación de guillotinas en los patios de los Centros Educativos, Colegios, Institutos, Universidades de este país ha significado un paso evolutivo esencial y creo que va a marcar un antes y un después en nuestra forma de ver España.

¿Cuáles han sido las quejas más recurrentes?

Básicamente la limpieza. Es cierto que no se había desarrollado adecuadamente un procedimiento de adecentamiento, reciclaje y transporte de los restos humanos irregulares hasta sus casas pero eso ya lo hemos hecho y, en los últimos dos cursos los inconvenientes han sido casi nulos. De hecho, como el número de irregulares está descendiendo, cada vez el sistema funciona mejor.

Disponemos de información contradictoria en ese sentido. Según nuestros datos, efectivamente cada vez hay menos irregulares pero el absentismo ha aumentado más de un 30% sobre las estadísticas de otros años.

Cierto. Estamos analizando las diferentes causas de dicho absentismo y ya hemos informado a la inspección para que se tomen medidas contra los padres, los propios alumnos irresponsables y contra algunos medios locales que, tristemente, todavía ponen en duda el método. Estas medidas se pondrán en marcha muy pronto y, estoy seguro que volveremos a la normalidad educativa de nuestros niños.

Una última cuestión. ¿Cree necesario revisar el Reglamento docente y reestudiar las razones por las cuales se guillotinan a los estudiantes y profesores?

Indudablemente. He hecho varias propuestas a mis superiores en este sentido. Para que se haga una idea, en este momento solo hay 23 razones para guillotinar y los científicos y expertos de países más avanzados que el nuestro y, en nuestro mismo entorno europeo, trasladan la necesidad de aumentarlas hasta 49. En mi opinión, como Titulado del MIT en Boston, los reglamentos básicos estadounidenses ya hace tiempo que recomiendan más de 100 razones elementales. Le voy a poner un ejemplo muy clarificador: Aquí todavía consentimos que los niños lleven mensajes ideológicos en camisetas, carpetas, gorras y hasta en sus zapatillas. Esto es una aberración. En un centro de absoluta libertad pedagógica no se pueden admitir intentos revolucionarios de destrucción de esa libertad. Ya basta de mensajes como: “Canta para ser feliz”, “Ama a Dios y él te amará” o “Viva el hambre por la cultura”…. Es decir: No se puede consentir que se manipule la felicidad, se trate a Dios con visión pornográfica o se estimule la falta de alimentos.

Desde esta Editorial queremos dar fidedignas noticias sobre los grandes avances culturales de nuestra Nación. Hoy certificamos que la instalación de Horcas en Entidades Financieras, Sillas Eléctricas en Iglesias, Dispensadores de Veneno en Discotecas y lugares de ocio, retenes de fusilamiento en Supermercados y Grandes Superficies y, como es el caso que nos ocupa hoy, Guillotinas en los Centros Educativos, están suponiendo un verdadero éxito que nos iguala con la élite internacional. Si la Inquisición levantara la cabeza nos veneraría.

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