La puerta de mi alma.

En ese momento cuando me daba cuenta que las personas eran como ese plato al cuál si dejabas caer y se partía en varios pedasos no volvería a se el mismo plato si tratabas de reconstruirlo. 

Así mismo sentía que se quebraba la confianza que se suponía. había planteado con el: más que la confianza veía, sentía, pensaba en el y las manera en las cuales lo había lastimando sin ninguna intención,

pensaba que cada vez que lo lastimaba, algo en el cambiaba de sierta manera hasta que se llegaría el punto que no sabría que hacer más conmigo! aveces el tenía razón otras veces no tanto, tan solo el hecho de que le estaba haciendo daño y que de verdad las cosas cambiarían en el, ya me lastimaba me ponía a reflexionar de mi misma y ponía en duda lo que el posiblemente pensaba de mi. 

«no se porque razón me ponía tan mal pensar esas cosas,¿tal vez tenía razón en lo que yo pensaba? Y por primera vez estaba pensando más el alguien que no fuera yo y no hacerle daño a la persona que tenía a mi lado. de por sí no lo quería perder» 

Sentía en mi pecho una sensación desagradable, tristeza, culpa y también rabia por no poderme expresarme de la manera adecuada.

Yo solo pensaba en salir de la habitación que ambos compartíamos porque no soportaba la idea de tenerlo cerca y no poder hacer o decir nada!

Alejarme me daba la sensación que estaba bien despejar la mente, el hablar con otras personas de lo ocurrido me hacía sentir escuchada y más que nada entendida. La soledad de sierta manera me hacía sentir bien y el reflexionar de las cosas me hacía cambiar de humor el escribirlas también me hacía sentir mejor. 

«La mente aveces puede mas que el alma.»

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS