EVOLUCIÓN HUMANA…

EVOLUCIÓN HUMANA…

Marcelo Castelli

23/04/2020

El mundo donde vivimos tiene 4600 millones de años, para esta inmensa cifra el hombre es sumamente joven. La evolución biológica ha venido acompañada de un incremento de la complejidad. Los organismo existentes hoy en la Tierra contienen un caudal inmenso de información, tanto genética como extragenética, mucho mayor que la de los más complejos organismos de 200 millones de años atrás, cifra que supone sólo la vigésima parte de la historia de la vida de nuestro planeta.

En los cromosomas se almacena todo el material genético que se transmite de generación en generación. El ácido nucleico depositario de la información hereditaria es el A.D.N. (ácido desoxirribonucleico)

Todos los hombres somos individuos de la especie «HomoSapiens». Esta característica es la misma para todos los seres humanos, sin importar razas.

El material básico de la evolución son las mutaciones, cambios hereditarios producidos en las cadenas del A.D.N. Las causas son muy variadas, todas fortuitas, la mayoría nocivas. Pero, por azar, ciertas mutaciones beneficiosas suministran el material de base que impulsan la evolución biológica.

Hace 3500 millones de años aparecían las primeras células en nuestro planeta. La caida de un asteroide que destruyo la vida existente hace 250 millones de años que evolucionaron los dinosaurios, del mismo modo, hace 65 millones de años otro asteroide, de unos 10 km de ancho, que impactó en el actual México ocasionando un cataclismo gigante, hizo extinguir a ésto permitiendo que los póngidos (monos) bajasen de los arboles y comenzasen su evolución para dar paso a los primeros homínidos; de los que deriva el actual hombre.

Hace unos ocho a nueve millones de años abundaban los animales con apariencia antropoide, con un volumen cerebral de 500 c.c.(unos 100 c.c. más que el cerebro del chimpancé actual.) El bipedismo precedió a la encefalización,es decir que estos antropoides caminaban en dos patas antes de contar con un cerebro de buen tamaño. Hace tres millones de años aparece el «Homo Habilis», en Africa oriental, con un volumen cerebral de 700 centimetros cúbicos, sus restos estaban asociados con muestras de herramientas; él las fabricaba. Esto es efecto del caminar, sus manos ahora estaban libres. Era el primer hombre genuino, tanto por su aspecto corporal como en lo relativo al peso del cerebro; al paracer también disponía de la facultad del habla. Si hoy viesemos un «Homo Habilis»en la calle, solo reparariamos en él por su corta estatura. El «Homo Habilis»,aparte de hacer uso de herramientas muy perfecionadas, también ya construía viviendas de madera, juncos y piedras.

El primer hombre cuyo volumen endocraneal coincide con el hombre actual es el llamado «HomoErectus», vivió hace 1,5 millones de años en Africa y -China, sus restos estaban asociados a fogatas, lo que hace pensar que mucho antes, tal vez hace dos millones de años el hombre ya dominaba el uso del fuego.

La fabricación de herramientas era corriente, lo que hace evidente que estos conocimientos se transmitían de generación en generación. Paralelo a ellos existían otras formas antropomorfas de las que solo sobrevivió el hombre que dominaba el uso de herramientas, craneos fracturados nos demuestran que existión una gran rivalidad entre los diferentes grupos.

A la vez que el volumen craneal de estos hominidos sufría este espectacular incremento, también se produjo una remodelación total de la pelvis, esto es una adaptación para facilitar el parto de la generación de individuos dotados de una consistente masa cerebral. La aparición paralela de estas dos mutaciones evolucionistas, ilustra como opera la selección natural. Las madres que habían heredado pelvis dilatadas pudieron engendrar criaturas dotadas de cerebros grandes, y con un intelecto superior; que una vez llegados a adultos competían con aquellos que, menos dotados cerebralmente, fueron engendrados por madres con una abertura pélvica más reducida. El parto es doloroso porque la evolución del craneo humano ha sido espectacularmente rápida y reciente.

Hace 55 millones de años se dió una gran proliferación de primates y se inició un tronco que desembocaría en la aparición del hombre. La primera evidencia fósil de de un cerebro con un aspecto vagamente humano, es de un antropoide conocido como El Precónsul, con una antiguedad de 18 millones de años; era cuadrúpedo, arbóreo, probablemente el antepasdo del hombre («Homo Sapiens») y de los grandes simios actuales.

El medio físico donde apareció el hombre es Africa, ahí el Homo Erectus para efectuar sus cacerías, a veces de fieras peligrosas; necesitaba de cierta comunicación con sus compañeros para coordinar movimientos o planes para efectivizar esa cacería. Para esta comunicación hace necesario como mínimo un lenguaje simbólico. Pero este lenguaje se hace inoperante de noche cuando las manos no se ven, o si se tienen las manos ocupadas; esto hace evidente que este tipo de comunicación fue sustituida gradualmente por el lenguaje oral, que ,tal vez, en un principio solo se limitase a sonidos onomatopéyicos, es decir imitativos del sonido del objeto o de la acción que estamos expresando. En todos los paises del mundo los bebes llaman a los perros:»Guaguaus».

Actualmente gracias al estudio de fósiles se ha podido demostrar que ya existía, por ejemplo en el Homo Habilis, hace 2 millones de años; la región del habla, hoy conocida como «Área de Broca”, que es uno de los centros de donde se regula el lenguaje. Entonces se puede pensar que el lenguaje, la cultura y las herramientas surgieron aproximadamente para la misma época: hace 2 millones de años.

Hace unos 500 a700 mil años surge el hombre de Neardenthal, hace unos 100 mil años el de Cro-Magnon; cuyos volumenes craneales eran de unos 1500 c.c., es decir que excedían en 100 c.c. a nuestros cerebros actuales.

Por lo que sabemos el ser intelectivo aparece en la tierra hace una docena de miles de años, pero esto supone un porcentaje mínimo comparado con la edad de la tierra.

Entre nosotros prevalecela la idea de que los demás animales no son inteligentes, pero sucede que tendemos a ver en la ausencia de nuestra forma de expresar la inteligencia; la carencia de la misma. Puede ser que nuestra dificultades que tenemos para comprender o establecer comunicación con otros animales, deriven de nuestra reticencia en asimilar otras formas menos familiares de relación con el medio. Por ejemplo los delfines y cetáceos, que detectan el entorno mediante un sistema muy perfeccionado de rastreo por eco, semejante al sonar; también se comunican entre ellos mediante una amplia gama de chasquidos; la comunicación seria un esbozo de imágenes en frecuencias de audio, por ejemplo al proyectar en un tiburón las ondas acústicas, sería como el uso de un jeroglífico auditivo. Con este supuesto el delfín estaría en condiciones de crear extraordinarias imágenes-audio nacidas de la imaginación más que de sus experiencias.

En el centro experimental de Tenerife, se vió a dos chimpancés que jugaba con un pollito. Uno le mostraba un poco de comida, cuando el pollito se acercaba atraido por ella; el otro chimpancé le pegaba con un alambre que ocultaba trás su espalda. Esto se repetía cuando el pollito reincidía. Esto constituye una clara combinación de un comportamiento que en ocasiones se juzga exclusivo del ser humano, y que presupone cooperación, confabulación para lograr ciertos actos. También demuestra que el pollito posee escasa capacidad para aprender a prevenirse de los riesgos.

Los intentos que se han hecho para establecer comunicación con los chimpancés se hacían del siguiente modo: al nacer una cría se la llevaba donde hubiese un bebe y se los criaba juntos compartiendo todos los elmentos necesarios. Al termino de tres años el chimpancé superaba ampliamente al niño cuando se trataba de operar manualmente, trepar, saltar, correr y otras actividades motoras. Pero el niño ya decía una frase trás otra. El chimpancé, con muchas dificultades, solo podía pronunciar palabras como papá, mamá, etc. De ahi que se presuponiese que el chimpancé era un ser inepto para expresarse o razonar. Sin embargo se descubrió que la faringe y laringe del chimpancé no están adaptadas para emitir sonidos ni articular palabras como en el humano. Esto llevó a la idea de enseñar a los chimpancés el lenguaje utilizado por señas en U.S.A, que es la lengua para sordomudos. Se adapata perfectamente a la soltura manual de los chimpancés. Ya algunos poseén un repertorio de hasta 200 palabras, y además son capaces de distinguir diversos modelos de sintaxis y reglas gramáticales. Y lo más significativo: se han mostrado singularmente ingeniosos en la construcción de vocablos y expresiones propias.

Entonces, si los chimpancés son criaturas que tienen conciencia de sus actos, capaces de realizar abstracciones…¿porqué no poseén el «estatuto de los derechos humanos»? ¿Qué grado de inteligencia tiene que tener para que su muerte se catalogue cómo asesinato? ¿Qué otros rasgos debe incorporar para que las religiones los concideren aptos para la catequización? En definitiva: ¿porqué Dios no los incluye como futuros partícipes del juicio final?

El hombre poseé 46 cromososmas, el chimpancé 48; sería poco plausible el cruce, fértil entre el hombre y el chimpancé; pero no imposible. ¿Cúal sería el estatuto legal para una prole fruto de una unión de este género.?

El hombre y el chimpancé comparte un 98% de su mapa genético.

Actualmente el cerebro humano parece hallarse en una fase de inestable tregua. Por regla general, el tradicionalismo que exhiben muchas sociedades estáticas tienen una misión adaptativa. Las formas culturales que rigen en ellas se han desarrollado trabajosamente a lo largo de muchas generaciones y se sabe que cumplen a satisfacción sus propósitos. Estamos a medio camino entre la vida de cazadores/recolectores de nuestros anscestros de hace millones de años y la entrada plena a la era tecnológica, irreversiblemente estamos caminando hacia esta última, pero necesitaremos de algún tiempo para acoplarnos a sus exigencias.

Por suerte, para buscar más profundamente en los rincones de nuestro origen ya no nos vemos con las ataduras místicas o religiosas que nos frenaron durante miles de años; por temor a un supuesto castigo Divino, la mayoría de las veces, o por conformismo las otras.

Un rabino e Nueva York cuando supo que Enstein estaba ahí le mandó un telegrama urgente:»Cree usted en Dios.»La respuesta de Enstein, inmediata y por la misma vía: «Creo en el Dios de Spinoza,que se nos revela en la armonía que rige a todos los seres del mundo, no en el Dios que se implica en los destinos y acciones de los hombres.»

Pensemos en cuantas religiones se justifican por medios de mitos, nunca demostrados, escritos «sagrados», incuestionables, con profecías, etc, todo esto por vago que sea, pensemos en cuanta gente confía en esas argumentaciones, por más que sean irrealizables; pero sirven para apuntalar sus creencias. Pero ¿ha habido alguna religión con la presición profética y la exactitud de las ciencias?

La razón por la que la ciencia progresa y funciona tan bien es por corrección de errores. En la ciencia no hay preguntas prohibidas, no hay temas delicados como para no ser explorados. Pero en la ciencia nada es válido hasta tanto se lo demuestre. ¿Qué lideres de las principales religiones reconocen que sus creencias podrían ser incompletas o erroneas? ¿Cómo es qué en las Sagradas Escrituras, que todo lo saben o encuentran respuesta para todo, no nos hable de los descubrimientos de la ciencia moderna ? Esto aporta dudas a su inspiración Divina.

El mundo, con su vida; es preferible «gustarlo», el poco tiempo que tenemos la gracia de estar en él lleno de luz; libre de «Demonios», inducidos. Y antes de maldecir la oscuridad es mejor encender una vela.

A lo largo de la historia del hombre, las religiones burocráticas se han aliado con las autoridades y, normalmente, inculcar la fe ha reportado beneficios a los gobernantes de turno. En la India cuando se propuso mantener la esclavitud, argumentaron una justificación Divina. Argumentos del mismo tipo se usaron en el sur de Estados Unidos,antes de la guerra civil, para justificar la esclavitud de los negros.

En la Edad Media, la iglesia mantenía viva la esperanza de una vida gloriosa después de la muerte, entre aquellos que exigía satisfacción por su situación mísera y baja. ¿Por qué es tan poderosa en la religión la oposición al discurso racional y al argumento razonado.? Esto se debe a que los seres humanos, desde sus viejos parientes de Neanderthal hasta nosotros, somos los únicos seres vivientes en este planeta que tienen clara conciencia de la inevitalidad de nuestro propio final. Moriremos y tenemos miedo a la muerte. Pero con la hipótesis de Dios, del Alma, de una vida después de la muerte; a muchos se les hace más tolerable su seguro final. Pero existen quienes no creen en esa «solución», pero las religiones no aceptan ningún debate.

Mientras tanto a nuestro sistema solar, le restan otros 5000 millones de años antes que el sol se apague, y con el toda forma de vida que aún exista. Esto si el mismo hombre, por imprudencias, no produce un final adelantado y catastrófico.

Al hombre le resta un largo camino, el ritmo de nuevos descubrimientos crece vertiginosamente en nuestros días. Imaginemos que 60 años atrás no existían los antibióticos o, apenas, hace 120 años nuestro medio de locomoción eran los caballos, se demoraba días en recorrer cortas distancias. Hoy existen modernos aviones que en 18 horas pueden dar la vuelta al mundo. Ahora imaginemos en todas las areas del saber y de la ciencia, por ejemplo, si en los últimos 100 años crecimos más que en los 2000 anteriores: ¿Cómo será la vida, un día cualquiera dentro de 500 años. El avance será inmenso, tanto que para nosotros es inimaginable. Lo mismo para que cualquier ser humano de hace 100 años pensase un viaje espacial.

Marcelo Castelli

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