Besame mujer, como el agua al río

me arrastran tus labios y tus encantos

sin el calor de tu boca tengo frío

y traigo mis labios a cuestas y dormidos.

Vengo desnudo como el cielo

para que me vistas con tus abrazos

y descansaré en ese infinito sueño

mirándote a los ojos, como miro los astros.

Besame mujer, como la arena al mar bravío

y con tus labios afilados, mata mis ansias

con tu boca bordada, enséñame tu silencio

pues este ligero amor pesa como un suplicio

después soñaré con tus caricias en tu ausencia

y en ese mar de tu lengua, dejaré mi naufragio

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