Hace unos días mi corazón estallo de alegría, y me dolía la cara de tanto sonreír, jamás había pasado noches en vela, mi imaginación se desbordo de fantasías casi inalcanzables. Pero eso fue hace un par de semanas, ahora, me niego a sentir. Siempre he pensado que el amor y la amistad son indispensables para vivir, vivir bien, pero nunca me imaginé que eso que nace de sí mismo para brindarle a los demás, se juntara y se unieran en uno solo sentir por una persona en especial… Siempre escuche frases tales como “Una amistad se daña si se le mete amor”, pero eso no puede ser, de la amistad se puede construir el amor y yo quisiera dar fe de eso. Estoy enamorado de mi querida amiga Paloma.
Nos conocemos hace un buen tiempo, ella es una hermosa chica de pelo largo, me encanta su forma de hablar y lo cursi que suena cuando expresa sus emociones, y yo, que soy un tonto tímido y miedoso no quiero sentir esto; Exactamente hace unos días ya, me deje llevar por una magia, quizá fue tan solo mi mente o mis impulsos, ya no aguantaba más, quería decírselo…
Casi todos los días veía desde mi ventana a una niña hablar con el árbol que está justamente frente mi casa, un viejo Guayacán Amarillo. La vi abrazarlo y hasta besarlo, y en muchas ocasiones parecía como si tuvieran amables conversaciones, pero hace días no viene y me dio curiosidad, así, que decide acercarme al árbol y observarlo de cerca a ver, si le encontraba eso especial que aquella niña parecía apreciar en él , y me di cuenta que sí, produjo algo en mí.
Al principio creí que era mi imaginación, una de sus hojas cayo en mi cabeza mientras yo lo miraba fijamente, la puse en la palma de mi mano, era muy delicada suave y pequeña, cuando la estaba examinando con cuidado vi que tenía grabado en su superficie claramente la frase “Pide un deseo”, me deje llevar y en mi mente apareció Paloma, -Un beso de ella- no pido nada más, tire la hoja y salí corriendo, pero me arrepentí y me devolví a buscarla, necesitaba corroborar lo que había visto, pero el suelo comenzó a llenarse de miles de hojas más, el árbol se estaba deshojando. Aun así, sin encontrarla yo ya había pedido mi deseo y aunque me sentí como un idiota, no puedo negar que quería con toda mi alma que se cumpliera.
Esa misma tarde me vi con ella, yo, soy de pocas palabras y me limitaba a escuchar siempre lo que Paloma me contaba, pero esa vez el que hablo fui yo… le confesé mis sentimientos junto al árbol, la lleve hasta él y me sentí más valiente y decidido, una vez allí empecé a expresarme y le dije lo que me gustaba de ella, que sus abrazos ya no son suficientes, necesito más, que ella es la personificación de todo lo que he deseado en un amor y que me encanta como se emociona al hablar de sus libros leído de historias de amor y que yo quiero ofrecerle una…
Paloma no dijo nada, pero mi deseo se cumplió, me beso, nos besamos y fue maravilloso, se detuvo el universo, fue un beso largo y apasionado, cerré los ojos tan fuertes y disfrute tanto ese instante. Cuando los abrí y nos separamos, ella me miro y se marchó, y yo, me quede ahí confundido.
Después de varios días o semanas, sin tener noticias, hoy tengo en mis manos una carta de ella, pero Tengo miedo de que lo escrito allí me destruya el alma.
Iré a leérsela al árbol, al fin y al cabo me concedió mi deseo.
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