Quizá, no recuerdes tu nombre,
quizá, te inventaste uno
y para nosotros sólo eres un número,
deambulando por el mundo.
Niño de carne y hueso naciste,
en muñeco de plástico te convirtieron.
De tus raices sólo te queda el aliento
que te empuja a lo desconocido.
Ni una foto te llevaste
para recordar a tus seres queridos.
Juegan contigo al escondite
sin que nadie te de una pista
donde acoplar tu corta vida.
¿Quién te da
el beso de buenas noches?
¿Quién te abriga
en las mañanas heladas?
No te pongas nunca enfermo
ya que nadie curará tu espanto.
Niño sin rostro
cuando dejes de ser niño
y te conviertas en hombre,
que no te acompañe el odio.
O mejor,
no dejes de ser niño nunca,
sigue soñando con volver,
a ser mecido
… en los brazos de una madre.
(Felicidad)
OPINIONES Y COMENTARIOS