Cuando apoye la cabeza en la almohada podía ver muchas cosas, mi cabello rubio sobre las sabanas blancas y el tuyo más oscuro a mi lado. Casi dormido parecías un animal salvaje que humedece su hocico con la lengua repleta del sabor que más te gusta, la sangre, mi sangre.
Apoye mi frente en la tuya y cerré los ojos pensando en desaparecerme en la noche…
Huir seria mas simple que dar mil explicaciones, no soy una cobarde, pero esto sobrepasa los límites de cualquier criatura con un poco de sentido común.
Ahora estoy completamente segura, un demonio habita dentro de mi, no encuentro justificación ante mis actos, llegue al limite de mi abismo, solo me queda retroceder o dejar correr la adrenalina durante la caída.
¿Podría permitirme un poco de felicidad antes de derrumbar todo a mi alrededor?, nada seria como lo recuerdo ahora, ¿este será el ultimo momento de mi vida?
– Me dirás lo que piensas – tu voz me regresa a la realidad, tan oscura y llena de felicidad.
– En nosotros, en mi, en todo – solo me queda la sinceridad.
– Esto es lo que ambos decidimos, nadie podrá juzgarnos, solo descansa mañana será un día largo.
–Duerme, creo que leeré un poco.
Tomo mi libro y observo como pronto te sumerges en un profundo sueño, se que es verdad, esta es nuestra decisión, pero no puedo sacar de mi cabeza algo que amenaza con atormentarme eternamente.
Recordar todos los momentos que pasamos juntos me atan a ti, como pequeñas cuerdas invisibles que nos unen y torturan.
Tu rostro inocente, tu voz la música perfecta para mis oídos, tus manos recorriendo mi cuerpo cada noche durante los últimos siete días, tu cuerpo cada segundo se convierte en la droga que llena de éxtasis mi alma. La lógica me dice que me aleje, esto es mi entrada directa al infierno.
Tu mi Ángel, yo un Demonio, el cielo y el infierno no pueden coexistir.
Cierro mis ojos y recuerdo el primer día que te quise cerca de mi, justo el momento en que tu mirada se cruzo con la mía.
Todo este tiempo fue un suplicio, solo indirectas, escondiendo este sentimiento. Un pecado que doblego hasta mis más altas murallas, barreras irrompibles forjadas a lo largo de mi vida.
No puedo hablar de amor cuando rompí esa promesa al pensar en ti de esta manera. Como elegir cuando no existe un punto de comparación.
El, siempre elegante y tolerante, cariñoso y atento, la madurez y perfección.
Tú, la dulzura personificada, eres pasión, entrega, una criatura salvaje tras el rostro del chico bueno.
Una combinación de ambas seria mi solución, sin embargo tuve que elegir, lo amo demasiado.
La noche fue deprisa, mi conciencia no me permitió conciliar el sueño en ningún momento, mi rostro ahora descompuesto, ojeras bajo mis ojos, ahora mis pesadillas se volverán realidad.
Ahora te veo, mi animal salvaje despertando, dispuesto a destrozar todo lo que se oponga en su camino. La determinación se refleja en tu mirada, envidio la seguridad que emana de ti.
–Parece que no dormiste
–No pude dormir
–Acaso no logre que terminaras agotada anoche – contigo es fácil sonreír, sentirme tranquila.
–Tal vez no tanto – sigo tu juego, la sorpresa que te causan mis palabras te dejan en blanco, solo sonríes y te acercas peligrosamente a mi, un beso me roba el aliento.
–Puedo recompensarlo – tu voz suena agitada, el aire falta en mis pulmones.
–Creo que tenemos que esperar
-Cuanto falta
-Solo dos horas
Dos horas, la cuenta regresiva inicia, siento que mi cabeza explotara, un dolor punzante amenaza con atravesar mi pecho.
–No tienes que preocuparte por nada ¿entiendes? – no logro creer lo que me dices.
–No se como hacer esto.
-Solo tenemos que decir lo que pasa, ninguno lo busco, son cosas que pasan.
-No es tan fácil, es una Traición.
-Amar no es Traicionar.
-Lo destrozara.
Salí de la habitación después de tomar mi ropa, baje para preparar el desayuno, la culpa no me dejaría jamás.
–Hagamos un trato – tu voz es mi anestesia, tu presencia me tranquiliza.
–¿Qué trato?.
-Disfrutemos el tiempo que nos queda.
-¿El tiempo que nos queda?
-Si, antes de que dejemos de ser amantes.
-No me gusta como suena eso.
-Solo ve las cosas desde mi punto de vista.
-Y cual es el punto.
-A partir de hoy podremos decir que somos una pareja oficial, nada de escondernos, nada de encuentros furtivos, insinuaciones, pueden hablar y criticar, solo seremos tu y yo ante el mundo.
-A partir de hoy destrozaremos un hombre y somos “amantes” como tu lo llamas hace una semana cariño.
-Puede que hace siete días aceptaras lo que sientes por mi, pero no niegues que desde hace mucho tiempo sentiste esta chispa, desperté en ti la emoción mas fuerte que has sentido en tu vida. Me Amas.
-Y porque estas tan seguro de que las cosas son así – acortas la distancia entre nosotros, me abrazas por la cintura y mi cuerpo reacciona ante tu toque, suspiro al saber que todo lo que dices es verdad.
-Porque yo sentí lo mismo, esta conexión es mutua. Te amo.
-Te amo.
-Solo quiero que te relajes, todo saldrá bien.
-Solo deseo que sea así, que todo salga bien.
-Así será.
Si tengo claro algo es que el destino no esta escrito, que nosotros lo modificamos a nuestro antojo, luche porque el mío fuera a su lado, pero nadie manda al corazón.
Creí tener todo lo que deseaba, ser feliz, pero llegaste tu y me demostraste que la felicidad existía a otro nivel.
El tiempo parecía consumirse, la hora había llegado.
–Esto lo haré sola – no podía involucrarlo en la confrontación.
–De ninguna manera, esto es algo que los dos solucionaremos.
-Ya te dije que no es fácil.
-No te dejare sola.
-Tengo miedo.
-Estoy contigo y estaré siempre contigo.
Escucho la puerta de entrada abrirse, su voz inunda la habitación.
–Estoy en casa – es la hora.
Me tomas de la mano, mi cuerpo no responde, soy incapaz de moverme, jalas de mi y me diriges hacia el.
Veo su rostro, el rostro del que ha sido mi pareja por años.
–Te pasa algo amor, te ves cansada, te sientes bien – te preocupas por mi aspecto descompuesto, siempre el perfecto esposo.
Al parecer no te percatas de la forma en que mi amado acompañante me toma la mano, tal vez un acto tan inocente no sea algo de que preocuparse.
–Necesitamos hablar – nos miras con duda, sus ojos me observan con angustia.
–Paso algo en mi ausencia.
Pasamos a la sala sin decir nada mas, cada uno tomo un lugar diferente, perece el triangulo perfecto.
–Alguno de los dos va a decirme lo que pasa.
-Si lo haremos – dices con toda la seguridad en tu voz que no puedo tener.
–Pues hablen.
-Estamos enamorados – lo dices y me miras a los ojos, tu rostro muestra sinceridad y amor.
–De que demonios estas hablando.
-Lo que escuchaste.
Parezco una estatua, inerte y sin vida, el miedo de tu reacción y el deseo por gritarle al mundo que amo a otro hombre con locura, una guerra de emociones se apodera de mi voluntad.
–Estas loca, estas enferma, como pudiste hacer esto – un sollozo escapa de mi, se que es verdad, esto es una locura pero no puedo arrepentirme.
–No le hables así
-Tu lárgate mocoso, arreglaremos esto ella y yo.
-No – el odio que sus miradas refleja es demasiado.
–Deténganse por favor – no lo soporto mas, destruiré una familia, destruiré mi familia.
–Como pides que me detenga, por Dios sabes lo que has hecho, es tu hijo.
-Calla por favor.
-Es un niño entiéndelo.
-No lo es – el ya no es un niño, eso lo se, es un hombre dispuesto a sacrificarse por mi.
–Lárguense de mi casa en este instante.
-Lo haremos papa, queríamos explicarte las cosas, pero al parecer no escucharas.
-No tengo nada que escuchar, ahora lárguense.
Como explicar esto, me enamore de su hijo. Si, mi hijastro me robo el corazón, conocí a su padre hace cinco años, yo era su amante, era mas joven e inexperta, creí enamorarme del hombre perfecto, el que me dio seguridad, me cegué por un sentimiento que lleno cada vació en mi. El único hombre en mi vida fue el.
El era un hombre talentoso y encantador, a pesar de la diferencia de edad compartíamos gustos similares, dejo a su esposa hace tres años y hace un año nuestra relación fue oficial, empezamos a vivir juntos, prometí a mis veintitrés años ser como una madre para su hijo de veinte.
Ahora un año después un terremoto revoluciono el curso de mi vida, deje todo lo que conocía por este amor prohibido, por un sentimiento que no solo me da seguridad, también llena mi alma de felicidad. De algo estoy segura, Amar no es Traicionar, ahora lo entiendo, conocí el Amor verdadero.
OPINIONES Y COMENTARIOS