Una romántica empedernida realista.

Es difícil para mi confesar esto, pero hay algo que quiero decir primero, la tercera cosa mas triste del mundo es no conocer el amor, nunca haber probado, haber sentido solo lo que trae ese sentimiento tan controversial y adictivo. La segunda cosa mas triste es haber conocido el amor, de alguna u otra forma, y por circunstancias de la vida haberlo perdido, obtener el placer que es estar enamorado y lo devastador que es el desamor. Pero la primera y cosa mas triste es estar enamorado de una persona no correspondida, haber probado un pedacito de cielo, para luego dejarte en caída libre al vació, que te perfora desde el fondo de tu interior. Según un estudio científico, la droga mas adictiva y peligrosa es el amor, porque crea dopamina, molécula que en pocas palabras te provoca felicidad; eso tan exquisito que sentimos cuando estamos con la persona «indicada», por lo tanto, cuando te rompen el corazón, el cuerpo deja de producirla y el cerebro entra en un estado de abstinencia, y ahí es donde maravillosas obras literarias fueron creadas, incontables canciones hermosas y tristes a la vez.

Y aquí viene mi confesión, después de saber todo esto, de escuchar y ver todo lo que escribí, quiero vivirlo, conocer y sentir lo que es estar enamorada, amar incondicionalmente, dejar que esa persona conozca el desastre que soy y aun así me tome de la mano, me abrace y me acompañe a caminar por cualquier parte. En el fondo de mi ser, tras toda la muralla de 50 metros de concreto solido que construí alrededor mio, soy una romántica empedernida realista, porque creo en el amor, lo he visto, pero tras muchos intentos fallidos no creo que alguien se pueda enamorar de mi. Eso es para las personas que están bien, yo estoy rota, perdida y sin solución.

Las personas creen que el amor es conocer los gustos del otro, tener sexo y publicar fotos juntos; pero el amor es mucho mas completo y profundo que eso. Yo creia haber conocido el amor, pero solo eran historias de sabanas, algunos dramas y alcohol. Gracias a un cambio que tuve, me di el tiempo para pensar, me di cuenta del amor que quiero y necesito, es aquel amor realista, conocer a alguien y pasar tiempo con esa persona, salir a fumarte un cigarro, pasar las tardes de domingo haciendo nada, construir confianza, volverse amigos primeros, conocerse en todas sus facetas, hacer locuras, escuchar su música favorita y el la mía (probablemente el punto mas importante para mi), emborracharnos juntos para ser absolutamente sinceros, conocer las personas mas importantes para el, volverse confidentes para luego iniciar algo bonito, algo duradero y verdadero, algo que no me haga arrepentirme de entregarle hasta la ultima parte de mi.

Quizás lo logre, quizás nunca conozca a alguien así y termine casándome con el primer idiota que me lo proponga porque se supone que es lo que la sociedad ha implantado como modelo de vida, o quizás termine siendo la tía borracha y solterona de la familia con 4 perros, 8 gatos, 6 pájaros y un hamster (voto por la opción 3); pero lo que si se es que lo intentare, con toda mis fuerzas y hasta que mi corazón aguante, de nuca quedarme con que ¿que hubiera pasado si…?, si tengo que arriesgarme lo haré. Bien lo dijo Gabriel Gracia Marqués en su libro «El amor en los tiempos del cólera»

«Dile que si, aunque te estes muriendo de miedo, aunque despues te arrepientas, porque de todos modos te vas a arrepentir toda la vida si le contestas que no».