capitulo 1

CAPITULO 1

Para empezar mi historia tendré que remontarme a mis abuelos, para que sepan como es mi familia y como fui criado.

Comenzamos por mis abuelos paternos, mi abuelo se llamaba Carlo Roberto Conde, murió a los 86 años en el año 2000 el 24 de octubre cuando yo tenia tan solo 1 año. Les contare los relatos que mis tíos y mis papas me cuentan sobre el, el viene de algún lugar del departamento de Santander y según lo que me cuentan mi bisabuelo era un hacendado de apellido Lancheros, tenia muchísimas tierras, cultivos y dinero, al parecer mi bisabuela era una simple recolectora pero fue la única mujer con la que tuvo un hijo. Al parecer ella murió y mi bisabuelo contrajo matrimonio con una mujer que ya tenia hijos pero no se como la relación entre el y mi abuelo se daño, lo desprestigiaba y mi abuelo huyo de ahí y se cambio el apellido Lancheros por el de mi bisabuela, Conde, y llego a Bogotá, solo y sin un solo peso de las tierras que por derecho serian de el.

Mi abuela se llamaba Berthilda Rincon de Conde, murió a los 95 años en el año 2016 el 22 de octubre cuando yo tenia 17 años, se que nació en un pueblo cerca a Bogotá y que era la mayor entre 4 ó 5 hermanos, no tuvo educación y trabaja en una plaza vendiendo verduras y había tenido dos hijos antes conocer a mi abuelo. Se casaron y tuvieron 7 hijos en total, mi papá fue el antepenúltimo, juntos lograron muchas cosas, lograron construir una casa para todos sus hijos y a cada uno les dieron lo que mas importa, amor, un amor desinteresado que solo se esta presente para dos tipos de personas, para la familia y cuando encuentras a alguien por quien darías la vida sin que sea de tu familia.

Tengan en cuenta lo anterior, esos dos tipos de amores son muy importantes pero tienen una diferencia ya que el amor a los hijos, a los hermanos y a los padres es un amor que siempre esta desde el monto de nacer, y el otro es el mas peligroso por que es el que duele, es el que lastima, es por que se lucha sin importar nada, es un amor por el que darías la vida.

Por supuesto que mi abuelo cometió errores, tuvo dos hijos con otra mujer pero aun así les dio el mismo amor que a mis otros tíos los cuales también los aceptaron como de la familia, tengo 11 tíos, 4 mujeres y 7 hombres, todos crecieron en con un amor sincero, un amor de familia.

Creo que tuvieron un papel importante ya que fundaron el sindicato de vendedores de dulces de teatros, en aquella época había muchísimos teatros en Bogotá de los cuales hoy en día quedan muy pocos. Que triste que se haya perdido esa costumbre donde todas las familias iban al teatro y a la entrada estaban los vendedores de dulces, vendían de todo tipo de maní, achiras, patacones y cualquier manjar que pudieran cocinar en sus enormes ollas, de vez en cuando mi tíos cocinan un poco cuando se reúnen y déjenme decirles que no existe mejores bocadillos que los que ellos hacen. Supongo que les iba muy bien, construyeron una casa al sur de Bogotá donde vivirían casi todos mis tíos y donde ahora vivo yo. También construyeron una casa pequeña en Giradot para que toda la familia tuviera un lugar para descansar en las vacaciones y así ha sido hasta el día de hoy. También pudieron darles un colegio a cada uno después de eso cada uno buscaria como ganar dinero y créanme que a todos mis tíos, así unos les haya ha ido mejor que otros, ninguno a pasado necesidad.

Ahora les hablare sobre mis abuelos maternos, esto sera mas corto ya que no hablan mucho sobre ellos.

Mi abuela no es la mejor mamá del mundo ni siquiera fue una buena persona, se que era enfermera cuando conoció a Leonidas Arango, un medico de la ciudad de Medellín con el cual tuvo a mi mamá. estuvieron poco tiempo juntos ya que mi abuelo huyo y se llevo a mi mamá sin dejar algún rastro para que mi abuelo pudiera buscarla, y esta historia se repetirá con los seis hijos que tuvo, cada uno de ellos es de un padre diferente. de los seis hijos solo hubo un hombre, el mayor de todos y el cual es el familiar con el que mas me parezco físicamente oh por lo menos con la edad que tengo ahora por que siempre me han comparado con otros familiares desde que soy pequeño.