Capítulo I
Dolor, sufrimiento, muertes, guerras, violencia, injusticias, enfermedades. Todo esto gira alrededor de nosotros sin darnos cuenta. Personas sufren, personas protegen a los que sufren, pero… ¿Quién protege a los que protegen?
Mi nombre es Rosemary, y estoy a punto de cumplir 16 años de vida, y 16 años de estar en este orfanato, 16 años desde que las madres monjas me vieron por primera vez, 16 años de desear una familia y 16 años de momentos felices
Lo que yo no sabía es que no iba a tener más…
Un día la madre me dijo que había una familia que estaba interesada en adoptarme, ese fue un gran rayo de esperanza en mí. Ya que nadie quiere adoptar a adolecentes
Estaba lista para mi encuentro con esas o esa persona que quería adoptarme, pero lo raro es que nunca vino a verme
Llegaron como a las 9 de la mañana, 2 hombres negros, con trajes negros y daban miedo, y de primero creí que eran policías o algo así, luego dijeron que me venían a traer y yo le pregunte a la madre que si ellos me iban a adoptar y me dijo:
– “No, no y por supuesto que no, ellos son los guardaespaldas”-
En ese momento me hice una idea de cómo era la persona que me iba a adoptar
“Adinerada”.
Mi futuro iba hacia arriba, iba hacer la envidia de los demás niños.
Al momento de subir a él gran carro le pregunte a alguno de los guardaespaldas
– “¿El hombre que está en frente es mi padre?”
Solo se rio y no me contestó.
Cuando llegamos al lugar de destino, me quede atónita
De lejos se miraba una mansión, en el mismo lugar había una casa que no parecía casa era como un laboratorio y lo describiría como muy moderno.
Había tecnología que nunca en mi vida había visto ni oído.
Me llevaron al cuarto donde me iba a quedar y era como muy extraño, era todo blanco y encima de la cama, me habían dejado un traje blanco, y le pregunte al señor que me llevo, que por cierto era muy educado y se vestía muy elegante por lo que supuse que era el mayordomo de mi supuesto “Padre”
– “¿Esta es ropa para mí?”
-mayordomo- “por supuesto”-
Así que me vestí y espere y espere y espere, pensando que me llegaría a ver el señor que me adoptó, mientras tanto miraba el esplendor de la casa de al lado y supuse que allí vivía “Mi padre” o algo así.
Hasta que anocheció. Contemplé la hermosa puesta de sol, desde la pequeña ventana que tenía mi dormitorio.
Al día siguiente una alarma sonó muy fuerte en mi habitación y había una señora extraña
–“Hola, mi nombre es Melinda, y que bueno que te hayas vestido desde antes porque vas a empezar a ejercitarte”—
-Rosemary- “¿okey?”—
Salí de la habitación y la seguí, pasamos por un montón de pasillos hasta que llegamos a un lugar
Que era como un gimnasio y me empezó a enseñar varias cosas como, a defenderme o algo así
Cuando regresé a mi habitación, estaba súper agitada, ni si quiera podía caminar de regreso
De tanto ejercicio.
Fue súper incómodo al hacer ejercicio o entrenamiento, Porque una mujer extraña me estaba exigiendo demasiado y como no la conocía no me quedaba otra opción más que obedecerla.
Y así fueron pasando los días, todos eran iguales, a las 6 de la mañana me levantaba al entrenamiento, regresaba a comer, entrenaba, comía, entrenaba, comía, así todo el día hasta las 8 de la noche, donde ya dormía
Aprendí a hacer cosas que ni siquiera sabía que existían, como: Long range shooting (Tiro de Largo alcance), Airsoft y Bencherst (Tiro de alta precisión)
Poco a poco me fui haciendo más experta en cada una de estas áreas hasta que un día, fue distinto a todos los demás.
Capítulo 2
Mi nombre es Leo, y ya pasaron 2 años desde que me ofrecí como objeto de prueba para un proyecto Dirigido por la “Científica” Hyancinth Losuba.
Creí que estaba haciendo un acto heroico y que lo iba a lograr, pero….
Al final de todo se podría decir que si lo logre, porque sigo con vida.
Al principio éramos 2, mi compañero se llamaba Frederick. Pero el nombre de su experimento era “Colm”.
Falleció 2 semanas después del experimento.
Ahora solo quedaba Yo y los efectos secundarios del experimento
Todos ya se habían olvidado de mi verdadero nombre, ahora tenía marcado en el cuello la palabra “Joss”, y si, ese era el nombre de mi experimento.
Sabía que algo extraño estaba pasando ya que los científicos se murmuraban unos a otros, y solo esperaba que no estuviera pasando lo que me imaginaba, “habían traído a alguien más para experimentar”, mi único deseo era que yo estuviera equivocado.
Lo único que quería hacer era advertirle a la gente de lo ellos están haciendo, de lo que me hicieron.
Ya que es más terrible de lo que imaginas.
Días después salí del lugar en donde estaba, sin que ellos se dieran cuenta. Llegué a un Laboratorio, y lastimosamente si había pasado lo que me había imaginado.
Allí estaba, se partió mi corazón cuando me di cuenta de que era mujer. Todavía no había despertado, estaba en la camilla y junto a ella varias máquinas de las cuales estaba conectada.
Me tuve que ir rápido, aunque quisiera haber estado todo el tiempo al lado de ella.
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