Viejo, siento que me estoy volviendo viejo. Que rápido pasa el tiempo es lo único que puedo decir al ver que se ha fugado sin darme cuenta quizá hasta mis mejores tiempos. Es un gran problema para el efímero mortal vivir pensando y esperando sus mejores años, sus mejores tiempos, ignorando quizá que le está pasando por el lado lo que cuando ya tarde dirá, esos fueron mis mejores años, pero la natural inmadurez que siempre acompaña la edad impidieron haberlo notado.
Muchas preguntas llegan a la cabeza de quien adopta esta postura, seguramente lleno de nostalgia y con enormes deseos de poder devolver el tiempo y repetir como a una canción una y otra vez, sus mejores años. ¿por qué no hice las cosas mejor?, ¿por qué fui tan inmaduro?, ¿por qué no me di cuenta?, ¿por qué no hablé?, ¿por qué callé?,¿por qué no di ese abrazo? cruces en forma de preguntas. Todos y cada uno de nosotros en algún momento llega a ese punto en el que la nostalgia y la melancolía lo llevan a esto. Desafortunadamente no maduramos al mismo ritmo con el que pasa el tiempo y si comparamos a estos dos, nos damos cuenta de que es demasiado tiempo para lo poco que hemos logrado madurar. ¡Se nos da tan poco tiempo para hacerlo!
Alguien mayor me dijo una vez, no está mal equivocarse, pero eso no significa que la embarre cada vez que pueda. Y luego agregó, entre menos la embarre, mejor. ¿cuantas cruces llevaría cuando expreso eso?
Los recuerdos nos llevan a saber que traemos una trayectoria que quizá ya va por la mitad o de pronto en proceso de declive, es un misterio porque nadie sabe cuántos serán sus días. Solo no esperemos a que sea tarde para reflexionar al respecto. Ojalá tu estancia por esta vida haya sido de lo mejor ¡
OPINIONES Y COMENTARIOS