Sueños rotos

Quisiera pensar que aún somos esos dos tontos enamorados, quisiera creer que lo nuestro fue más que una fantasía, como aquel niño ingenuo que escribía cartas a Santa Claus cada año, hasta que a mitad de una noche despertó y pilló a sus padres poniendo regalos debajo del colchón, menuda decepción… ¿No?… Por un momento tienes siete años y estás en tu cuarto, ideando un plan un plan perfecto para ir a robar la luna, y de repente estás en el cole, aprendiendo que tiene un radio de más de 3000 kilómetros, y aceptando que nunca hubo posibilidad, aunque a distancia encajaba entre tus manos, jamás iba a ser tuya; y es que de lejos parecía tan fácil, por eso cuando la realidad nos pilló de cerca nos volvimos esto, esta puta mierda.