Luz en la mirada y sonrisa en la cara. Como siempre, o eso espero. Me es eternamente difícil imaginarte, averiguarte, pensarte tan lejos. Pero espero que estés bien, que lo estemos.
No sabes cuántas preguntas se me vienen a la cabeza ahora mismo. ¿Dónde estás? ¿Por qué motivo? ¿Y con qué objetivo? Muchas dudas invaden mi mente, de forma incoherente, pues sé que tendré que esperar años para encontrar tales soluciones.
Dime por favor, que aún queda mucho de mí en ti. Me niego a creer que has cambiado, que nos hemos distanciado. Seguro que no, ¿verdad? Ahora mismo me quiero tanto que no admito que tú no lo hayas hecho. Estoy segura de que sigues siendo la misma persona, con los mismos pensamientos, y los mismos sueños.
Hemos ido construyendo un lugar inquebrantable, paso a paso, año tras año. ¡Y cuántas cosas han pasado dentro de este! Demasiados huéspedes inesperados, ¿no crees? Algún que otro indeseado, tal vez… Risas, llantos, derrotas y victorias. Lo volvería a vivir todo otra vez. Aunque mejor mirar hacia el futuro, ¿puede ser?
Dime por favor, quién sí y quién no. Contra quién y junto a quién. Necesito saber por qué apostar, por qué no es demasiado tarde, ¿verdad? Dime que la sonrisa que se está dibujando en tu cara significa que he escogido el camino correcto. Que me he subido al tren indicado, y que no hará falta echar marcha atrás. Qué difícil es todo aquí todavía, en esta incertidumbre, amiga mía…
Probablemente tú lista de deseos esté ya casi vacía. Probablemente tu mente esté repleta de recuerdos, del doble que los míos. Probablemente tengas demasiadas decisiones de las que arrepentirte, casi tantas como las mías. Pero a pesar de todo esto, sé que eres tú. La misma de siempre. Alguien que jamás dudo ni un segundo en lo que es capaz de hacer, y no hacer. Alguien que confía en sí misma, y con eso le basta. Alguien con tantos sueños como miedos, pero más impulsos que frenos. Así sin más. Alguien como tú. Como yo. Como las dos juntas.
No soy nadie para dar consejos, y menos a ti que tanto has vivido ya. Pero mejor que nadie sabes que no puedo callarme, así que allá va. No te detengas ante la tormenta. No tengas miedo del qué dirán. Apuesta siempre por ti misma antes que por los demás. Sé amiga de quién te quiere. Inténtalo cien mil veces hasta reventar. Descansa, sueña, vive, y sé feliz, que el futuro que yo quiero vivir, depende solo de ti.
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