UN REGALO PERFECTO
He viajado a muchas partes del mundo, conociendo gente, conociendo hermosos lugares, diferentes culturas y cumpliendo mis sueños, sueños que empezaron desde muy niño, sueños llenos de felicidad.
Muchas veces pensé en darme por vencido, pero una vieja carta y un diario de recuerdos, el cual leía a diario me motivo a nunca rendirme, un diario con las hojas ya muy gastadas muchas lágrimas han caído sobre el.
Mis sueños empezaron desde muy pequeño, y para contarles tendré que leerles un poco de mi diario.
Hoy es un gran día del año 2000, anoche estuve pensando mucho en que sería lo que haría hoy, siempre he querido comprarle a Luna un regalo perfecto, siempre le regalo cartas o dibujos algunos de mis juguetes también, pero esta vez quiero regalarle una sandía de las mejores…
Ya que el otro día pasamos por el mercado y ella me dijo que siempre ha querido comerse, una sandía ella sola…
Estoy muy entusiasmado ella es mi mejor amiga y hace una semana que no la veo, pero hoy iré a su casa, con el mejor regalo del mundo…
He ido ya al carrito de las sandias desde muy temprano pregunte cuanto costaba la sandía y le pedí al señor que me la apartara para recogerla por la tarde, ahora si es hora de ir a la tienda donde pedí trabajo, ordenando cosas, y ayudando a las personas a encontrar lo que quieren comprar, me costó mucho convencer a mi mamá que me dejara trabajar allí, pero era necesario, necesito comprar esa sandia….
En el camino me encontré a Luis junto a su mamá me preguntaron que a donde iba y les dije que a trabajar se rieron, pero les conté que el dinero era para comprarle una sandía a Luna.
Ellos se fueron después de eso.
Ellos me han dicho otras veces que yo amo a Luna y que ella es mi novia y cosas muy raras, pero no sé qué es amor en realidad.
Conozco a Luna desde que nací a veces vamos al parque con sus padres y hasta me han dado de comer, pero a veces Luna se enoja conmigo, peleamos, nunca le he pegado porque es una niña, pero ella me aruña la cara, parece un gato. Y luego sin pedir perdón me sigue hablando, al contarle esto a mi mamá se ríe y me dice que las mujeres desde muy niñas son temperamentales, nunca he entendido esa frase, pero la he escrito en mi cuaderno para cuando crezca poder entenderla…
Es hora de una pequeña refacción, el trabajo es bastante agotador, hace rato hablaba con el dueño de la tienda, el hombre me preguntaba por mi cuaderno y que porque lo traigo siempre.
Le tuve que comentar que este cuaderno me lo regalo Luna, Luna dijo que lo utilizara para escribir cosas de mi vida, pero yo le dije que no porque eso es cosa de niñas.
Al decirle esto, Luna se puso a llorar, y no sabía que hacer tuve que prometerle que escribirá algo de mi vida todos los días.
Creo que Luna es una niña soñadora, y me ha enseñado a soñar también nunca le han gustado las caricaturas y creo que nunca ve televisión siempre está leyendo ya que sus padres son escritores.
La mayoría de veces me siento orgulloso de conocerla, es la niña más linda de nuestra cuadra siempre tiene esa sonrisa enorme en su rostro, y cuando llora no deja que nadie vea su rostro.
Siempre la oculta.
Cuando ella ha estado en el hospital no me ha dejado que la vaya a ver, pero cuando yo me enferme ella fue a verme, fue la única vez que vi su rostro llorando, y diciendo que por favor no me muriera… no olvido ese día, pero jamás se lo recuerdo.
Siempre estoy intentando defenderla de cuando los demás niños se burlan de ella y ella también me ha defendido muchas veces y me abraza.
Es hora de almorzar, y he sentido que el día se pasa demasiado lento, me pregunto que estará haciendo Luna, no se imagina la tremenda sorpresa que le voy a dar.
No se imagina que estoy trabajando para comprar esa sandia, me pregunto si escribirá de mí en su diario.
Siempre he tomado a Luna de la mano para caminar en la calle ya que ella nunca pone atención a los carros y tengo miedo que la atropellen ya que ella siempre dice que quiere vivir mucho para verme a mi cuando sea grande y verme lograr mis sueños.
A veces Luna me toma de la mano y me cuenta su sueño, me dice que quiere viajar por todo el mundo, conocer muchos lugares y quedarse a vivir en el lugar que más le guste.
Y en realidad mis sueños son los mismos que los ella, cuando ella me conto los suyos yo le dije que quería hacer lo mismo, entonces ella me dijo que los teníamos que lograr juntos y mientras estuviéramos vivos, que jamás nos demos por vencidos.
Tiene una forma de pensar diferente a la de mi mamá, porque mi mamá dice que para viajar se necesita mucho tiempo y dinero, dice que cuando vaya creciendo olvidare todo esto…
Son las 4 de la tarde y estoy a punto de salir de la tienda me dirigiré al carrito de las sandias a comprar esa sandia tan deliciosa me pregunto cómo reaccionara o que me dirá esto la animara mucho.
Estoy en mi casa y ya tengo la sandía es hermosa, el señor de las sandias me la había apartado desde temprano, le comenté que era para una amiga, y que yo había trabajado todo el día para comprarla.
Y al final el señor me la termino regalando, creo que el dinero gane será lo primero que guardare para así un día poder viajar con Luna.
Estoy ya casi por llegar a casa de Luna, estoy emocionado, después de que le cuente todo lo que pase este día, le encantara.
Dejare de escribir por el momento y escribiré en la noche….
Ha pasado ya un año desde que no escribía en este cuaderno.
Hace un año me encontraba tocando la puerta de Luna, estuve allí mucho tiempo, hasta que llego a buscarme mamá, ella lloraba mucho, me llevo a casa, después de un rato me dio la peor noticia, me dijo que Luna tenía cáncer y no puedo ganar la batalla, Luna había muerto ese mismo día.
En mi mente solo pensaba porque no la fui a visitar un día antes porque tuve que esperar un día más.
Corrí hasta su casa y no deje que mi mamá me detuviera, toque la puerta y me abrieron, pude entrar corriendo y pude ver a Luna por última vez, mi mamá en ese momento arrebato de mis manos el cuaderno y lo guardo.
Pase llorando toda la noche gritando las frases que Luna siempre decía, recuerdo bien esos momentos de dolor.
Me quedé con la sandía hasta que se pudrió, no salí de mi casa en varios días, los padres de Luna me visitaron y me entregaron una carta que Luna dejo para mí junto con su diario.
Y ahora un año después, mamá me dijo que ya era hora de volver a tener mi diario me lo entrego junto al diario y la carta de luna.
Ahora que pude leer el diario de Luna y la carta que me dejo se bien que es lo que tengo que hacer.
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