Una mirada vale más que mil palabras 
Mirarse a los ojos es observar, es conectarse, es admirar. Mirarse a los ojos es sentir, es sufrir, es odiar. Pero también es amar, es consolar, es hablar sin decir siquiera una palabra.
Mirarse a los ojos es incentivar, es empujar, es inducir. Mirarse a los ojos es rezar, es creer, es tener fe. Mirarse a los ojos es observar, es discutir, es celar. Mirarse a los ojos es emborracharse y no sólo de alcohol. Mirarse a los ojos es entristecer y envejecer.
Mirarse a los ojos es aconsejar, es obedecer, es ordenar. Mirarse a los ojos es decir, es aconsejar, es pensar. Mirarse a los ojos es disfrutar, es existir, es vivir.
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