La pequeña Sofía

Una niña solitaria, una vida desastrosa, un orfanato descuidado, ese era el día a día de la pequeña Sofía.

Sofía, quedó huérfana a la edad de 3 años después de que en su casa ocurrió un incendio, Sofía se salvó gracias a un vecino que se despertó por el humo que había llenado su pequeña casa. Al no tener parientes no tuvo otra opción que irse a un orfanato.

La niña preguntaba por sus padres, en la noche miraba al cielo y lloraba, no dormía, no comía y decía que se quería ir a su casa, fue por estos motivos que no se animaban a adoptarla les daba tristeza ver a una pequeña niña sufriendo y era mejor evitar verla. Los encargados del orfanato la regañaban le decían que se callara, los otros niños la molestaban pues los encargados castigaban a ellos por culpa de la pequeña sofia.

Al pasar el tiempo Sofía se fue acostumbrando al orfanato, en ese transcurso del tiempo, solo una amiga nunca la dejó, una amiga a quien le contaba sus tristezas, la que le limpiaba sus lágrimas cuando ella lloraba, con la que jugaba, con la que dormía, con la que reía, esa amiga era su almohada, la pequeña Sofía le tomó mucho cariño a su almohada que la convirtió en su única y mejor amiga, puesto que los otros niños no la querían, le cortaban el cabello y le pegaban. Los encargados del orfanato se burlaban al ver su cabello corto y la mandaban a pedir dinero en la calle

–!sirve de algo niña tonta¡– le gritaban.

Sofía tenía unos bonitos ojos color azules, pelo marrón y piel blanca. Es por eso que la mandaban a pedir dinero pues la gente le daba mucha «ayuda» y era una buena fuente para traer dinero, es por eso que los niños le envidiaban y la molestaban. Sin embargo lo unico que la pequeña Sofía quería era un abrazo y un beso de sus padres, no había día que no mirara al cielo y hablara con ellos, ella se acordaba cuando su madre señalaba a alas estrellas y decía que ahí estaban sus abuelos

–Mira Sofí cada una de esas estrellas representan a nuestra familia y brillan por que están felices de verte, ahí están los padres de tu papá y los míos y… mira mira como brillan cuando te hablo de ellos– le decía su mamá mientras Sofía estaba en sus piernas.

Sofía abrazaba a su almohada le contaba lo que había visto en la calle y por la noche se ponía a decírle que ahí arriba estaban sus padres sonriendo por verla.

En un intento por ver a sus padres más de cerca Sofía se subió al techo del orfanato

–!ya viste pluma¡ !Mi familia se puso muy feliz de vernos!– dijo Sofía muy emocionada a su almohada.

–vamos a volver mañana para platicar con ellos pluma, vamos a dormir, buenas noches mamá, buenas noches papá– así se despidió Sofía y volvió a la cama.

Pasaron dias similares, esa era su vida de la pequeña sofia. Sufria cada vez más y cada vez dudaba más si en las estrellas estaban sus padres.

Sin embargo, una noche, Sofía llego muy emocionada al orfanato tanto así que no le importaban los insultos ni los golpes que le dieron los encargados del orfanato por no cumplir con la meta de dinero, ni el trato que le daban los otros niños de despresprecio. Esperó a que todos se durmieran, agarro a pluma tomo un vaso de agua y subió al techo como de costumbre

-!hoy es el mejor día de mi vida pluma, hoy veremos a mis padres!– saco una pastilla de su bolsillo y se la tomo.

Sofía murió acostada abrazando a pluma a la edad de 5 años.

Lloré al verla ahí, pero sabía que era lo mejor para ella.

Que quien soy? Soy el vecino que provoco el incendio y que no pudo tenerla. sin embargo siempre estuve con ella como su Ángel guardián y ahora estoy escribiendo todo esto desde prisión esperando la muerte, no pude soportar la culpa de hacerle eso a la pequeña Sofía.

FIN.

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