El día que me rompiste más que una ventana

Solía mirar con atención tus fotos, para saber si te encontrabas en el lugar ideal que tanto deseé para ti.

Buscaba por todos lados nuestros recuerdos, esos, que con el paso del tiempo comienzan a desaparecer, y que por más que intento, no quieren volver.

Debajo de mi cama solo hay un par de cartas que jamás pude entregarte, un lápiz viejo que me diste antes de irte y unas palabras de antología.

Pero, en mi mente, en ella vives día con día, cuando decidiste vivir aquí permanentemente comenzaron mis problemas: porque ahí habitabas, porque ahí crecias. Y te hacías grande con cada palabra de aliento, te enriquecían mis sentimientos sinceros. Dentro de esa revuelta y adolorida cabeza sabía que aún querías verme otra vez.

Suplicaba por tu atormentada alma para que sanará, para que esos monstruos que te lastimaban se marcharán para siempre: intenté entenderte, decidí vivir preocupada por tu vida todos los días.

Pero, entonces. Ella apareció. La que te enterraba en el jardín de las perdiciones mientras yo buscaba rescatarte. La misma que comenzó todo este lío que nos separó. Ella, la culpable de todas tus desgracias, la cruel, la inhumana: la que buscando tu amor desató tu dolor. Podrá tener el cielo en su nombre, pero nunca verás estrellas. Podrá ser lúcida y hacerte volar, pero vas a caer de nuevo.

Y a veces una espera que el valiente caballero tome la decisión correcta, que siendo buena, amorosa y generosa el amor llegará a ti. Pero es mentira, una mentira que construiste durante todo este tiempo, un amor tan falso como todas las noches que pasé velando tu sueño: porque hace más de 7 años que no te veo pasar, porque hace más de 7 años que tú dejaste este lugar y ahora tengo que enterrar entre las piedras todas estas lágrimas eternas que no se marchan con nada, ahora tengo que soltar tus miradas que guardo bajo mi ventana, ahora tengo que romper todas esas palabras tuyas… y me quise morir cuando esa puerta me cerraste, porque dos almas gemelas no se separan jamás.

Que tus tormentos se esfumen, que tus tristezas se pierdan, que tus esperanzas vuelvan y tu sonrisa aparezca otra vez. Que si algún día entre la gente nos vemos, puedas reconocerme tal vez.

Que sepas que hoy me han quitado una parte de mi ser, que el amor que por ti siento estará siempre a tu merced, porque en mi corazón tu vives desde antes de los 16.