Vamos a recordarte un 25 más

Vamos a recordarte un 25 más

Pamela Tacanga

24/03/2020

Hoy nuevamente se repite la historia en mi cabeza, junto con tus recuerdos y tu cara de muñeca, un 24 de abril del 2020 tú ya me habías abandonado por 2 años y que no estuviste para abrazarme, ni regañarme.

Quizá en algún lado de la ciudad, del mundo, o del momento en la que me encontraba sujetando tus débiles manos solo había encuentros pesados entre tus gritos y mis llantos, pero jamás se logró comparar con el dolor físico que llevaste por meses.

Te recuerdo aun perfectamente hermosa, con una nariz muy pequeña, pero unos ojos enormes que engatusaban, unos labios delgados, y con el cabello alborotado antes que esa enfermedad derrumbara una parte de ti, no recuerdo mucho tu primer encuentro con esa enfermedad, pero sé lo delgada, y pelona que te dejó, hasta te arrancó un seno, pero qué más da, Dios te había dado una nueva oportunidad para empezar, y sí que la aprovechamos, compartimos momentos juntas, y hasta alejada de ti, viste por mi, como cuando por primera vez tome mi rumbo y dejé la casa, o como cuando fui madre primeriza y ni si quiera sabia cambiar un par de pañales, o tener mala noche por el llanto de mi niña, definitivamente no es que habías nacido para ser madre, pero que bien te caía ese rol, orgullosamente puedo decir que fuiste y serás la mejor.

Tus gritos se convirtieron en el sonido mas triste, mas quebrantables, pero a la vez mas claros de mi sola y única verdad. Que tenía que poco a poco dejarte ir, cruzaban las horas y nunca mas quise escuchar que alguien me dijera, Tranquila niña, ella lo va a superar, o las benditas funerarias acercándose a uno pidiéndonos información, o para llenar algunos datos.

Mi madre, aun tenia vida, y su existencia aquí en esta tierra no se desvanecía, por el solo hecho de encontrarse en un hospital luchando por su vida, apoyándose por un par de morfinas, que ya no interactuaban en su pequeño y débil cuerpo.

Cuan doloroso era soltar tu mano, que devastador era aceptar tu pérdida, y así fue lentamente apartándome de ti, y así tu corazón fue dejando de latir.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS