Quiero ser la ternura de tus ojos.
Quiero ser la dulzura de tu voz.
Quiero ver la sonrisa de tus labios
y el encanto que siembra tu rubor.
Quiero ser el causante de tu enojo
para ver en tus ojos el dolor,
y encontrar en la fuerza de tu llanto
la verdad acerca de tu dolor.
Quiero ser el orígen de tu risa,
cuando rías con ternura y emoción,
y encontrar en el cofre de tu boca
la divina y suprema adoración.
Quiero ser el sendero que tú pisas
cuando corres a mi encuentro con pasión,
y decirte que mi ternura es poca
aún sabiendo que pierdo el corazón.
Quiero ser la brisa que acaricia
la seda de tu cara, tu mentón.
Quiero ser el aire que te besa
a hurtadillas de mis ojos, cual ladrón.
Quiero ser esa caja de delicias
que acumula tu figura, como un don.
Quiero ver en tu cabellera espesa
el suave terciopelo de un malvón.
Quiero ser de tu alma: la ternura,
te tu cuerpo milagroso: la ilusión,
de tus venas: la sangre que enardece,
de tus ojos: el llanto que es perdón.
Quiero ser de tu imágen la más pura,
la más noble y sencilla intuición.
Quiero ser la pureza que enaltece
tu pequeña silueta, ante el Señor.
Quiero ser, para toda tu figura,
ante el mundo, ante el hombre y ante Dios.
Quiero ser el amor que te embellece.
¡Quiero ser en tu vida solo yo!
Claude 10/08/54
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