A través de Ella.

A través de Ella.

Rosa Farias

18/03/2020

ELLA!!… Recuerda como si lo viviera, la etapa de su vida que fue cambiando su forma de ser y sentir. De ser una dulce y tierna niña a ser una mujer fuerte y resuelta.

Ella… Al Recordar episodios de su vida y ver la mujer en la que se ha convertido, solo puede pensar en que todo pasa por algo y esta destinado a ser como debe ser.

¡Y sí, a «Ella» le resulta difícil siquiera pensar en decir “volvería a nacer y vivir esa vida”.


Patada en la Nalga.

Que dicha abría sido decir “tuvo una infancia maravillosa, en la que sus recuerdos solo son de felicidad”.

Recuerda su edad, 7 años. Su padre alcohólico, con trabajo esporádicos por su condición. Sus hermanas, se fueron del hogar en busca de una mejor vida y su madre dueña de casa esforzada, compasiva, tolerante, sumisa, «una gran madre» a la cual extraña mucho.

Su hogar, en una de las mal nombradas comunas de la capital, con un entorno vulnerable de delincuencia, tráfico, pobreza, agresividad. pero en la cual existían familias de esfuerzo.

«Ella», recuerda una tarde en la que salió a jugar como cualquier niña/o, pero a diferencia de ellos, su ropa no era nueva, sus zapatos no le apretaban. Jugaban en el pasaje que daba a su hogar y el que daba doblando en la esquina. El tombo, el pillarse, la pinta, las naciones eran algunos de sus juegos que los entretenía hasta quedar con sus cuerpos y ropas sucias y cansados a más no poder.

Esa tarde, su padre llegó a casa borracho, Ella… solo escucho el grito a lo lejos, el cual le hizo salir corriendo a encontrarlo y al estar mas cerca su padre la recibió con una patada en las nalgas que la hizo levantar. Ella solo corrió a su casa llorando y sintiendo el dolor que causo el golpe, mucho mas que dolor físico, fue el dolor emocional de aquel acto causo, pero ella no pensaba que entre ese dolor y los que iban a suceder, esa patada no seria nada!.

Castigada en su hogar, se divertía con lo que podía. No gozo de juguetes caros ni compraban muñecas que ella deseara, se divertía jugando con muñecas de cartón que su madre algunas veces le compraba en la feria del día sábado, les diseñaba ropa en hojas de cuaderno pintados a manos. A veces, jugaba a ser un almacenero, en donde el pan eran piedras y la mantequilla era un pedazo de madera, mantequilla que era envuelta en trozos de papel. Se entretenía a su manera.

Aprovechaba de ver a sus amigos cuando su madre salía a la puerta de su casa a fumar «esperando al hombre de la casa que era de esperar que llegaría borracho», y bueno, aprovechaba de conversar con su amiga, esa amiga que escuchaba y a su vez compartían sus problemas, esa única amiga que mas adelante fallecería de forma inexplicable.


Reacción a Tiempo.

Es normal que en ocasiones los hijos descansen en el dormitorio de sus padres como una forma de compartir, brindar afecto.

«Ella» recuerda esa mañana como la última que pudo despertar al lado de su padre, porque a pesar de su corta edad tenía la capacidad de darse cuenta del peligro.

Su padre dormía, ella despertó un poco antes que el. En aquella cama de plaza y medía que se iluminaba con la escasa luz que ingresaba por una ventana, esa pequeña ventana de unos 50x50cm, no había televisor, sí un velador y un closet al lado izquierdo de la cama. La habitación no tenia puerta, solo una cortina que brindaba algo privacidad.

Luego de un instante su padre despertó y fue ahí donde «Ella» presenció como el ser que le dio la vida, ese ser que debía brindarle protección y seguridad, intentaba algo mas. Algo extraño sucedía, el abrazo, su forma extraña de acariciar, él la cubrió con la sabana y la giro para que quedara de espaldas a su cuerpo, hasta que «Ella» sintió que «esa» parte del cuerpo de su padre no era normal. Se asustó y reaccionó levantándose rápidamente de la cama, corriendo a donde estaba su madre. ella jamas dijo nada, ni su madre se extraño, pero desde ahí sintió que algo había perdido y jamás volvió a ser lo mismo.

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